ven… y encuéntrate conmigo en esta noche que
huele a uva y huele a verdad.
Ven, y deja tu escudo a un lado de la puerta,
despójate de las dudas, las preguntas, y lo que pasará después.
Ven… entra en mis sueños, camina despacio
hasta mí, aquí estoy, dispuesta a conquistarte. No haré nada especial, ni me
convertiré en una femme fatale dispuesta a enloquecerte de placer. Tampoco
verás a una mujer sensual mirándote con lujuria. Eso lo hacen todas, pueden amarte y entregarte el corazón; pueden
convertirse en el centro de tu deseo.
Yo,
simplemente, te invito a caminar conmigo dentro de mis sueños.
Quiero que te encuentres con mis manos y
entrelaces tus dedos con los míos, que sientas la suave presión de mi palma, y así te des cuenta, que siempre estoy contigo.
Quiero que te encuentres con mi piel y sientas
su textura; y conozcas cada línea y cada cicatriz que guardo tras bastidores, y
así te des cuenta, que no me envuelvo en papel de celofán, y que no te ofrezco ilusiones que desaparecen con la luz del día.
Quiero que te encuentres con mi boca y que dibujes
mis labios con la punta de tus dedos, para que sientas cómo tiemblan, y que me
ensalivo por tus besos, y así te des cuenta, que tu boca no es un manjar más,
sino la miel que tanto ansío.
Quiero que te encuentres con mis ojos y que
te mires en ellos, y descubras el brillo que cubren mis pupilas, y así te des
cuenta, que tú eres la estrella, y yo la noche
iluminada por tus ojos verdes.
Quiero que te encuentres con mi alma y
escuches la melodía que canta, la que tú le inspiras, la que fluye en medio de
esta noche porque tú estás conmigo, y así te des cuenta, que eres único y
especial, porque de ti nacen los mejores versos, y la más bella poesía que recita mi corazón.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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