lunes, 25 de noviembre de 2013

En la ruta de mis sueños


Cuando empecé mi carrera lo hice con muchas expectativas, y en el camino fue aprendiendo que todo se puede lograr con perseverancia. No tengo un padrino que me abra las puertas y me haga el camino más fácil, pero me encontré con muchas personas que han confiado en mí, y lo hacen al comprar uno de mis libros creyendo en lo que les digo: que cualquiera de mis historias les gustará.
El 27  de noviembre viajo a México siguiendo la ruta de mis sueños. Siempre quise ir a la feria Internacional de Guadalajara, y ahora se hace realidad. Estaré en el stand de Perú ofreciendo los primeros libros de mi colección, y prometo que iré publicando las fotos de todo lo que me ocurra en esa bella ciudad.
Tengo mucha ilusión, pero les confieso que también tengo mucho miedo. Las preguntan flotan en el aire. ¿Me irá bien? ¿Les gustará mis novelas?, entonces escucho esa vocecita que me da aliento y vuelvo a llenarme de fuerza.
Es otro escalón en mi carrera, un paso más para expandir este sueño que comenzó cuando era niña.
Hace algunos años solo me dedicaba a ser ama de casa, y cuando recordé los sueños de mi adolescencia, al principio pensé que ya no podría retomarlo, pero luego entendí que nunca es tarde para perseguir lo que uno quiere.
Estudié mucho y tuve muchas amanecidas después de acostar a mis hijos, y ahora solo puedo decir que el cansancio valió la pena.
Estaré en Guadalajara y conoceré a mucha gente del mundo editorial, y cuando regrese les contaré cómo me fue.
Un beso a todos los que se dan un tiempo para leer lo que escribo. Y solo me queda decir: “Siempre se puede soñar”
Pilar Cueto
“Siempre se puede soñar”

jueves, 14 de noviembre de 2013

Con los ojos cerrados


Hay una canción de Gloria Trevi que dice: “Con los ojos cerrados iré tras de él, con los ojos cerrados siempre lo amaré” Pero, ¿realmente se puede amar con los ojos cerrados?
Siempre que estoy en una feria la gente suele contarme muchas cosas, mi stand se convierte en una suerte de confesionario donde hombres y mujeres comparten conmigo sus problemas.
Una tarde hablé con Mariana y entre palabras entrecortadas me dijo: “Antes leía novelas de amor, pero ahora estoy pasando por un mal momento. Ya no creo en el amor, y pienso quedarme soltera por el resto de mi vida” ¿Por qué?, le pregunté. “Porque con los ojos cerrados le entregué mi vida a un hombre que me defraudó"
Después de escucharla solo puedo decir  que el amor es un sentimiento que hay que tomar en serio, no podemos darnos el lujo de equivocarnos porque de ello depende que nos elevemos al cielo, o caigamos en las brasas del infierno.
No se trata de amar por amar y de suplir nuestras carencias entregándonos a una relación que no nos hace feliz. ¿Para qué mentirnos?, el Pepe Grillo que siempre nos acompaña suele levantar la voz advirtiéndonos, pero de un manotazo lo callamos y no queremos escuchar nuestras razones, y menos de la gente que nos quiere y que ve  más allá de nuestras narices. Simplemente se quiere vivir el momento apasionado para luego recordarlo entre suspiros, creyendo que eso es el amor, cuando este sentimiento abarca un mundo que pocos tienen la suerte de experimentar.
El amor es conocerse fuera del ámbito de los besos, donde sabemos que no existen palabras. Y son las palabras y las miradas y el compartir lo que te hace conocer a tu pareja.  Ambos deben mirar hacia la misma dirección, ser el complemento, la felicidad que pinta nuestra mirada de ilusión. El poema que nuestros labios murmuran en silencio, el sueño que soñamos y la verdad de nuestras vidas. Pero cuando  la pareja prefiere vivir la relación desde un confortable sofá, aceptando las cosas que les suceden y lamentándose de sus desgracias, no deberían mencionar el amor.  Cuando alguien está realmente enamorado, lucha y no se cansa porque ese sentimiento salga a la luz y no sea un ave de paso.
¿Se puede amar con los ojos cerrados?, claro que sí… pero si lo haces no dudes que te caerás al precipicio, luego no culpes al amor, sé valiente y culpa a tu estupidez por no entender que tu corazón no puedes entregar a cualquier idiota que se cruza en tu camino.
Pilar Cueto
“Siempre se puede soñar”  

 

viernes, 8 de noviembre de 2013

¿Te gustan las novelas románticas?


Hace unos días terminó la Feria de Ricardo Palma, y siempre que voy a una feria de libro me deja muchas riquezas, interactúo y hablo con gente que me enseña mucho. Pero esta feria tuvo algo más que llamó mi atención.
Por cuestiones de la Municipalidad de Miraflores la feria no se pudo realizar, como todos los años, en medio del parque Kennedy, por donde transitan una mixtura de personas. Se realizó en “Larcomar”, un centro comercial ubicado cerca del mar y en uno de los mejores lugares de Miraflores, visitado por turistas y mucha gente de condición elevada, ya que hay  restaurantes elegantes donde además de comer bien, te rodeas de un ambiente exquisito.
Pues no era de extrañar que estas personas que visitan este centro comercial hayan querido dar una vuelta por la feria del libro, donde yo ofrecía mis novelas. Y lo que llamó mi atención es que a la pregunta de ¿Te gustan las novelas románticas?, estas mujeres con tinte de peluquería hicieran comentarios que dejaban mal parado a los pobres esposos que iban junto a ellas, y que seguramente paga el Spa donde se relajan del stress que significa el no hacer nada.   
“El amor, dijo una de ellas, ¿qué es eso?”, el esposo me sonrió como disculpando la respuesta de su mujer. “No estoy para tonterías”, respondió otra, y nuevamente el esposo quiso excusarla con una sonrisa. “Eso ya pasó”, comentó una mujer en tono de desprecio. A lo que el esposo no se quedó callado y me dijo: “Por eso tengo una amante”
Debo confesar que me sorprendió su comentario y que a raíz de eso empezara a reparar en estas mujeres, que eran fáciles de ubicar en medio del gentío que sí iba a la feria en busca de algún libro.
Solo tenía que mirar el bolso que colgaban con orgullo del brazo como si fuera un trofeo de guerra. Parecía que decían en silencio: “Miren… tengo un Dolce &Gabbana” “Jojolete, muéranse de envidia, tengo un Luis Vuittón”
Y así desfilaron ante mis ojos los bolsos de Gucci y Prada, que iba acorde con la ropa que llevaban.
Una de ellas me preguntó. ¿Eso es literatura?, y miró con asco mis novelas. Yo sonreí, aunque estuve a punto de preguntarle si sabía lo que significaba esa palabra.
No suelo actuar como una generalidad ambulante, por eso no pienso que todas las rubias son tontas, y tampoco creo que por un pequeño porcentaje de mujeres desatinadas deba creer que todas las que llevan bolsos de marca son descerebradas, pero esto me llevó a una reflexión. ¿Es que al amor también debemos medirlo por escalas? ¿El gozar de muchos privilegios puede hacer que olvidemos la importancia de este sentimiento? Tal vez para algunas es más fácil olvidar los problemas conyugales yendo de shopping, y ostentado frente a los demás las marcas de sus accesorios que aprenden a pronunciar con elegancia.
Felizmente aún queda gente que tiene el alma abierta a la vida, y que al pasear por una feria  van en busca de las emociones que un libro les deja dentro del corazón. Y que a la pregunta, ¿te gustan las novelas románticas?, responden con espontaneidad: “Sí, me encantan, ¿qué tienes?”
Pilar Cueto
“Siempre se puede soñar”