jueves, 29 de diciembre de 2016

Que no amanezca, que no salga el sol...

Escucho tus pasos y mi corazón se agita anticipándose al encuentro. Y es que tú pones vida a mi vida…
Enciendes el fuego de mi fuego…
Tu deseo abre el umbral de mi deseo en donde tu pasión se funde con mis ganas.
Cómo no amarte si me has despertado con una mirada, si tienes tanto poder que sabes acariciarme sin tocarme…
Si sabes mirarme a la distancia…
Si puedo intuirte en la oscuridad…
Si puedo oler el perfume de tu piel…
Te miro y caigo en el hechizo de tu presencia que mueve cada partícula de mi ser.
Amo tu figura de gran señor…
Tu altivez y elegancia…
Tus cejas pobladas que son el marco de tu mirada que cobijan tus ojos verdes.
Me encantan tus labios que guardan besos que no me han besado, que guardan palabras que aún no me has dicho; y en donde quiero morir cada noche reteniendo tus suspiros…
Embriagándome con tu aliento…
Llenándome con tus gemidos…
Mi mano cae sobre tu pecho y no puedo evitar el temblor de mis dedos. Juego sin querer con los vellos de tu torso mientras mis ojos se alimentan de tus ojos en donde veo mi reflejo.
Se siente la pasión en los leños que arden en la chimenea…
En el  crepitar de la madera…
En las paredes que acogen el calor de nuestros cuerpos que empiezan a sentirse.
Que se desesperan por tenerse; que ansían el momento que tú y yo hemos esperado.
Que no amanezca, que no salga el sol…
… Quiero seguir en esta oscuridad contigo.
Cierra los ojos, mi amor, y siente cómo late mi corazón,
¡Estoy viva!
Ha vuelto la magia a mis noches, he vuelto a sentir tu presencia en mi habitación.
Que no amanezca, que no salga el sol…
… Que esta noche tú estás conmigo.
Pilar
“Soñar es solo el principio”


martes, 27 de diciembre de 2016

Bandera blanca...

Voy a detener esta batalla que llevo con mi alma, con mis secretos y fantasmas para sacar una bandera blanca y gozar por unos momentos de recuerdos que han dejado huella dentro de mi corazón.
Y es así que viene despacio y  burbujeando a mi memoria esas mañanas en el río junto a mi padre, aprendiendo a amar lo que él amaba, a gozar con el silencio y a entrar en sintonía con la belleza  que Dios nos entregó. Él me enseñó a valorar las cosas sencillas, los amaneceres en la selva y esas puestas de sol inolvidables mientras su lancha se deslizaba despacio por el río.
Mi padre nutrió mi corazón, y mi abuelo engalanó mi alma cuando desde niña puso en mis manos uno de sus libros, y me enseñó a disfrutar la música. Me enamoró el piano y la guitarra, y las notas de un bandoneón siempre estremecían mi piel.
Una época de mi adolescencia quise ser concertista, pero me atraparon las historias que encontraron eco dentro de mi ser.
Flameo mi bandera blanca para alejar los malos recuerdos, aquellos que me hicieron doblar de dolor y que sacaron las lágrimas más amargas que un tiempo lloré. Lágrimas que mojaban mi almohada y que enjugaba en silencio mientras veía el amanecer.
¿Es que alguien no ha sufrido?
Todos traemos nuestra cuota de infelicidad, de malas decisiones y de miedos que a veces siguen lastimando. Pero hoy los borro de mi memoria para liberarme de esa carga que cada vez pesa menos. Es mentira que el pasado es historia, al pasado hay que enfrentarlo, hay que asumirlo; y hay que tener la sabiduría de soltarlo.
A veces no es fácil, pero todo forma parte de un proceso que unos lo manejan mejor que otros. Pero hoy que tengo mi bandera blanca, aprovecharé para soltar al viento los rencores y amarguras que han envuelto mi corazón durante este año. Me libero de todo aquello que no aporta nada bueno a mi vida.  Ahora me siento más fuerte y preparada para lidiar con todo.
¡Bienvenido 2017!
La vida apenas comienza y hay un mundo por conquistar.
Pilar

“Soñar es solo el principio”

jueves, 22 de diciembre de 2016

Quédate junto a mi...

Quédate, no quiero que te vayas,
no quiero quedarme en este desierto donde la arena empieza a cubrir los sueños que tuve contigo. Donde el viento sopla tan fuerte que el eco de tu nombre se pierde en cada duna solitaria. Donde mi silueta es un pobre reflejo del sol que camina sin rumbo mientras la noche enfría mi alma.
Quédate, no quiero perder tu rastro,
no quiero que desaparezca tu huella que calzaba perfecto sobre mi almohada, y que era la luz de  las fantasías que fui tejiendo noche a noche a lo largo del tiempo desde que apareciste en mi ventana. Ahora hay un espacio que ha dejado tu recuerdo y que no lo puedo llenar con nada, porque ese espacio ya lleva tu nombre, ya tiene la historia y los suspiros que me arrancaste en la oscuridad.
Quédate, no me gusta esta soledad,
no le hace bien a mi corazón que te reclama con insistencia,
que me pregunta cada noche por ti mientras esperamos que amanezca. Mientras me lleno de preguntas que esperan  respuestas, pero el silencio acompaña esos minutos eternos que me llenan de melancolía.
Quédate, mi amor…
rescátame de esta mentira que poco a poco me consume,
y lléname de buenos momentos en tu compañía.
Quítame la sed con tus besos, quítame la amargura de tu ausencia y vuelve a entrar en mis sueños.
¡Te necesito!, no aguanto esta monotonía sin la ilusión que tú me ofrecías, pero te busco y no te encuentro.
¿Dónde estás?
¿Qué es de tu vida?
¡Responde!
Sal de tu silencio y afronta tus dudas…
Tus indecisiones…
Tus preguntas llenas de por qué…
Deja de vivir huyendo…
¡Detente, mi príncipe de ojos verdes!, y vuelve a ocupar tu lugar, aquí, sobre mi almohada, porque de mi corazón nunca te has marchado.
Sigues viviendo…
Sigues escondido…
Sigues siendo la inspiración de esta alma solitaria que aunque lo niegue sigue esperando por ti.
Quédate, y acompáñame en mi camino,
tú eres el guardador de mis secretos,
la sombra de mi sombra…
la vida de mi vida…
la verdad más grande en medio de mi locura.
La razón me obliga a no pensar en ti,
Pero mi corazón siempre gana,
Y mi corazón te reclama, mi amor de ojos verdes.
Y yo también…
Quédate en esta penumbra…
Quédate en mis mañanas de sol…
Quédate en mis pensamientos…
Quédate y acompáñame en mis miedos…
Quédate y comparte mis alegrías.
Quédate y sigue siendo el poema que me sale del alma,
la prosa que viste mis pensamientos,
y la mejor música que escucho dentro de mi habitación.
Quédate, mi amor… que los días son mejores junto a ti.
Pilar
“Soñar es solo el principio”



lunes, 19 de diciembre de 2016

Simplemente... Gracias

Cuando volví a recordar mi sueño de ser escritora muchos se rieron de mí. Bordeaba los cuarenta y decían que era una estupidez pretender algo que nunca iba a lograr. Por un tiempo dejé que los comentarios ataran mis ganas, pero mi sueño fue cobrando fuerza dentro de mí, y ni las burlas ni las sonrisas sarcásticas pararon el remolino que empezaba a bullir en mi interior.
Nada fue fácil. Toqué muchas puertas y todas me decían que no. Lloraba y me limpiaba las lágrimas, pero nunca desistí, y jamás pensé en volver a guardar mi sueño.
Hoy miro atrás y veo mucho camino andado; y no dejo de sorprenderme por las cosas que he ido logrando.
Pensé que era cobarde…
Creí que la vida terminaría consumiendo mis ganas de vivir…
Pero todas las experiencias vividas solo me han hecho lo que ahora soy.
Una mujer consciente de su valía…
De su fuerza…
De sus ganas de seguir adelante.
Dios me dio el don de escribir, de componer música; de crear historias… las mismas que me acompañan, me emocionan y me hacen vibrar. Dios es tan perfecto que me dio el don ideal que necesita mi alma para expresarse y acompañarse.
Gracias a la literatura y a la música, esos momentos de estar conmigo tienen mucho sentido, tienen mucha magia.
A veces tengo miedo, me detengo, pero gracias a mi esencia rebelde, vuelvo a lanzarme al agua.
Me he golpeado,
A veces creo que me ahogo,
He flotado, pero sigo nadando.
Soy una escritora con muchos fantasmas, es cierto, que trata de proteger a la mujer que aún no encuentra un lugar en la vida, la que sigue recibiendo golpes y decepciones, pero que gracias a esos ataques silenciosos, canallescos y por la espalda, sigue aprendiendo y fortaleciéndose.
Gracias a todos ustedes que visitan mi blog,  y que han hecho que este pequeño lugar empiece a crecer.
Gracias a los que leen mis historias y siguen mi carrera.
Gracias a todos mis personajes que han dado vida a cada página de mis libros.
Gracias al hombre de los ojos verdes por haber puesto mucha emoción en mi corazón, siguen escribiendo a mi correo preguntando por él. Quieren saber muchas cosas, pero él  es un sueño…
Una historia sin principio y sin final…
Una fantasía que apareció una noche y que le puso magia a la oscuridad.
Gracias, príncipe de los ojos verdes, por ayudarme a descubrir los secretos que guardaba dentro de mí.
Aprendí a quererte a la distancia…
Aprendí a quererte a través de cada línea…
Aprendí a quererte a través de tus silencios… 
Gracias porque tú le has dado vida a este blog, y le has dado sentimiento a este espacio donde tu nombre está escrito con tinta indeleble en cada post, y dentro de mi corazón.
Pilar

“Soñar es solo el principio”

jueves, 15 de diciembre de 2016

Tregua...

Le he pedido una tregua a la razón para dejarme llevar por las palabras.
Las que me enamoran…
Las que me llevan dentro de un bouquet de sentimientos que inevitablemente me arrastran hasta ti.
A tu nombre…
A tus ojos verdes que arrancaron mi corazón de un tirón y sin darme tiempo de reaccionar.
A tu mirada que sigue observando  desde un rincón de mi alma, a pesar de mi decisión de olvidarte.
A pesar de mi decisión de no nombrarte.
Duele dejar atrás las horas que siempre dediqué a pensar en ti, acompañada por las notas de un piano que servía de fondo a mis ilusiones.
Falsas ilusiones…
Falsos sueños…
Falsa espera que solo cavó una tumba dentro de mi corazón que ya no sueña, y que ahora ve pasar la vida atolondrándose dentro de otros sueños que lo ayudan a seguir latiendo.
Le he pedido una tregua a la razón para embriagarme de las emociones que siempre sacas en mí,
 a pesar de que nunca me diste nada,
solo migajas de palabras…
solo migajas de tiempo…
un poco de nada que dentro de todo me daba alegría y me ayudaba a sobrellevar la soledad de mis días.
Le he pedido una tregua a la razón porque hoy quiero pensar en ti.
¡Al diablo la cordura!
¡Al diablo lo que debe ser!
Quiero viajar en el tiempo y llegar a tu lado,
caminar despacio escondiendo mi sombra para que no me veas,
y observarte sin prisa…
y desearte sin prisa…
y adorarte a lo lejos y sin prisa, como si tuviera todo el tiempo del mundo.
Y tiempo es lo que no tengo porque la vida se va,
los minutos se acaban, y mi voz se va perdiendo en medio de una llanura donde no se escucha ni el eco de mis pensamientos.
Le he pedido una tregua a la razón porque hoy te extraño, mi príncipe de ojos verdes.
Siempre te extraño…
Siempre te quiero…
Pero ya no hay ilusión…
¡Qué desperdicio de tiempo!
¡Qué desperdicio de amor!
Pilar

“Soñar es solo el principio”

lunes, 12 de diciembre de 2016

Se me fue la inspiración...

Se me fue la inspiración de tanto esperar,
de tanto imaginar un encuentro perfecto.
De tanto caminar hacia ti buscando un abrazo,
buscando el calor de tu cuerpo,
buscando ese contacto que ponga fin a la fantasía…
al sueño…
a la ilusión que llenaban mis noches largas y sombrías.
Se me fue la inspiración de tanto soñar,
de tanto imaginar que estaba en tus pensamientos.
De tanto creerme la princesa que tú encontraste dentro de un cuento…
que te dio alegría…
que te arrancó alguna sonrisa…
y que   tal vez buscabas en medio de la prisa de tus días.
Se me fue la inspiración en medio de tanta locura,
de tanto inventar cosas nuevas para ti.
De tanto creer que no había distancia ni tiempo que se interpusiera entre los dos, quizá porque pensé que tú también estabas loco.
Que me esperabas…
Que me querías sentir a tu lado…
Loco por arrancarle algunas horas a nuestras horas solitarias.
Se me fue la inspiración en medio de tanto deseo,
en medio de tanta pasión que calentaba mi sangre,
que humedecía mi piel…
que estremecía cada poro solo con pensar en ti.
Se me fue la inspiración de tanto entregarte mi corazón,
de tanto latido repitiendo tu nombre,
de tanto amor que envolvió mis pensamientos y mi alma.
Me quedé sin nada…
Con los brazos vacíos…
Con los labios resecos…
Con mi cuerpo marchito…
Mi corazón sigue latiendo, pero ha vuelto a su ritmo habitual, monótono, casi imperceptible.
Que nada lo altera…
Que nada le importa…
Que nada le aflige…
Sin emoción…
Sin pasión…
Sin fuego que caliente mi sangre y mi cuerpo.
Se me fue la inspiración en medio de esta vida que aún debo seguir viviendo.
Pilar

“Soñar es solo el principio”

viernes, 9 de diciembre de 2016

Préstame tus sueños...

Préstame tus sueños, que acabo de quedarme sin los míos,
sin la magia que adornaba mis pensamientos y mis locuras.
Me quedé vacía, con el alma flotando en medio de la nada,
a mitad del camino, y con un suspiro que murió en mis labios. Con las palabras que ya enterré bajo mi almohada, y las sonrisas que fui ahogando en medio de mi llanto.
Préstame tus sueños, que no quiero caer en el abismo donde la noche será solo la oscuridad, en donde no volveré a abrigar más ilusiones; más pretensiones que en mi carrera hacia las estrellas albergué dentro de mi corazón.
Me consume esta negrura en donde no hay más poemas, ni versos con melodías, ni historias que esconden tu nombre ni la inspiración de tus ojos verdes.
Préstame tus sueños para saber por qué respiras, para descubrir tus secretos y la razón de tus alegrías.
Quiero besar tus ilusiones y dejar la huella de mi carmín, tal vez así me recuerdes, tal vez así algún día pienses en mí.
Préstame tus sueños que quiero seguir viviendo,
que quiero seguir creyendo que hay vida en una flor,
que hay belleza en una melodía,
que hay magia en una noche aún sin estrellas ni luna llena.
Préstame tus sueños que no quiero perderme en este vacío,
en esta soledad que sigue insistiendo en ser mi amiga y confidente.
¡Apártala de mí!
Por eso…
Préstame tus sueños,  que la vida es larga,
y más larga porque no volveré a ver tus ojos verdes.
Pilar

“Soñar es solo el principio”

domingo, 4 de diciembre de 2016

Un poco de todo...

Soy como una hoja que se deja llevar por el viento de otoño,
como la dulce melodía que flota en el aire y traspasa muros y se pierde en medio de un prado.
Soy como un cuento que tiene muchas historias donde habitan duendes y monstruos, donde hay sombras y días de sol; y en donde existe una pequeña princesa que espera ilusionada la noche para ver brillar una estrella.
Soy como el atardecer que despliega sus últimos rayos en medio de una fiesta de colores, como la brisa cálida que recorre la bahía después de una mañana de verano.
Soy como el poema que repite incesante un alma en pena,  y como el canto de un corazón enamorado que ve todo bajo un cristal de color rosa. Que respira frescura y que canta y que ríe con los ojos.
Soy como  la ola que revienta en la playa y moja tus pies, el rocío que cae sobre la yerba fresca cada mañana.
Soy la lluvia que quiere refrescar tu rostro…
Soy el sueño que quiere entrar en tu sueño…
Soy el sol que quiere iluminar tu alma…
Soy como la partitura esperando que las notas me conviertan en una bella canción. Como el lienzo para un pintor donde dejará su arte en cada trazo de color.
Soy la historia que a veces escribo y que lleva tu nombre escondido en cada línea, en cada escena escena de amor.
Soy esperanza en medio de una noche fría…
Soy fuego ardiendo bajito bajo capas de nieve...
Soy un sueño que un día se perderá en el mar, y que en medio de mi agonía te diré despacio que eres la vida de mi vida, y la estrella que nunca pude conquistar.
Pilar

“Soñar es solo el principio”