martes, 27 de febrero de 2018

Hoy desperté...


Hoy desperté después de un largo invierno,
y he vuelto a admirar la luz del sol.
Hoy siento que por fin voy encontrando mi camino,
y me siento en paz con la vida.
Di tumbos por tanto tiempo,
y dejaba huellas sobre la arena que el mar se encargaba de borrar,
pero hoy empiezo a caminar sobre el asfalto,
y mis pisadas son cada vez más fuertes y más seguras.
Vuelvo a despertar  con muchas heridas de guerra,
con muchas cicatrices en la piel y en el alma,
pero con esos sueños que son la hamaca que acunan mis ilusiones.
Esta soledad ya no me duele, porque en ella hay una ilusión que va brotando despacio,
pintando mi sonrisa,
iluminando mis ojos,
alegrando mis noches oscuras.
Es verdad que aún hay rezagos de amarguras en las paredes de mi alma,
pero mi corazón sigue latiendo,
y hoy golpea mi pecho con tanta fuerza que me da alas,
y me hace sentir que puedo tocar las estrellas.
Hoy desperté después de un largo invierno y vi en tus ojos el amor.
No es un espejismo...
Ni una fantasía...
Hoy puedo cerrar los ojos y sentir tu presencia,
y sé que puedo caminar sola, pero bastará que alargue la mano para sentir tus dedos en los míos.
Hoy desperté, y tú estás a mi lado,
y si yo soy esa música que alegra tu alma,
tú eres ese mundo que quiero descubrir. 
Pilar
“Soñar es solo el principio”

jueves, 8 de febrero de 2018

Estoy contigo...


Estoy contigo, aunque no estés a mi lado,
aunque la distancia nos separe,
aunque mi paisaje no sea el tuyo.
Estás en mi pensamiento como un holograma que ondea en mis mañanas,
arrancándome una sonrisa,
sorprendiéndome con un suspiro.
Tu nombre baila entre mis labios convirtiéndose en susurro,
en ilusión...
... en una linda promesa que acaricio por las noches alimentando mis sueños.
Estoy contigo, aunque tus ojos no me miren,
aunque tu aliento se pierda entre la niebla,
aunque tus manos no tomen las mías.
Estás en cada segundo de mis días,
dándole forma a mis fantasías,
dándole compañía a mi soledad.
Tu sonrisa es la frescura que invade mi alma,
y borra de golpe mi melancolía.
Te extraño, duende de mi almohada,
¿Dónde estás?
Aunque tu silencio acompaña a mi silencio,
y aunque la distancia me robe tu compañía,
hoy estoy contigo,
me dormiré en tu pecho arrullándome con tus latidos,
mientras acaricias mi cabello,
mientras cuidas mi sueño.
Pilar
“Soñar es solo el principio”