jueves, 18 de julio de 2013

Me lo dijo una gitana


Hace ocho años una gitana se acercó a mí y me dijo: Gachí, ¿te leo la mano?, no tengo dinero, respondí. Ella me miró con sus enormes ojos negros y respondió. No quiero tu parné, si deseas puedo ver lo que te depara el destino. No tengas miedo. Soy Zaira, la gitana, y no te haré daño.
Confieso que la curiosidad hizo que abriera la palma de mi mano para que ella la tomara. Sentí sus dedos fríos mientras sentía que el corazón me latía apresurado en medio de una mezcla de sentimientos que no podía descifrar. ¿Era miedo? ¿Expectativa ante lo que me diría?, pero hoy después de tantos años puedo afirmar que la emoción de su presencia hizo que todo mi mundo se concentrara en ella. Y es que Zaira llenaba todo con su presencia altiva y casi mágica. Su manera de hablar iba acorde a un dejo que hasta hoy no sé de dónde es. Tenía el cabello azabache ondulado, las cejas pobladas y unos ojazos que daban vida a su rostro en forma de corazón.
De repente me miró y me preguntó: ¿Tú te dedicas al arte? Escribo, respondí. Entonces escucha lo que te dirá esta gitana, dijo, con un aire de autoridad que me puso nerviosa: “Otros mundos sabrán de ti, leerán tus historias, y llegarás a personas que ni tú te imaginas. Ahora no es el momento, pero llegará. Te lo dice Zaira, la gitana… y cuando eso ocurra acuérdate de mí. Que el éxito será tuyo en el momento que deba ser”
Hace un año que lancé mi primera novela y recuerdo que me emocionaba viendo que el marcador de visitas en mi blog iba creciendo. Ya tengo 300 visitas, decía. Ahora ya pasé la barrera de los 15,000 y no dejo de emocionarme y sorprenderme al ver en la estadística de mi blog, que entran personas que viven en Rusia, Filipinas, Japón, México con un índice increíble, España, Perú, Argentina, Chile, Ecuador, Honduras, Guatemala, Estados Unidos… Entonces recuerdo a Zaira y solo puedo decir que esta es otra de sus predicciones que se van haciendo realidad. Aún queda una de la que no puedo hablar, y que de ser cierto se los comentaré a su debido momento.
Gracias a todos ustedes por darse un tiempo y leer lo que solo me sale del alma, sin caretas  y tal cual lo siento.
Creo en el amor y en su fuerza inspiradora. Creo en los sueños, el motor de mi existencia; y creo que todo lo que tú quieras conseguir lo puedes lograr si crees profundamente en lo que haces.
Mañana empieza la Feria Internacional del Libro, y estaré en un stand ofreciendo “Zaira, la gitana”, una historia inspirada en esta bella mujer a quién le pregunté: ¿De dónde vienes? “Qué importa, respondió. Lo que vale es hacia dónde voy”
Gracias, Zaira.
Pilar Cueto  

jueves, 11 de julio de 2013

El amor y sus definiciones


El amor es un tema que nunca pasa de moda, es como una droga que necesitas para seguir viviendo. En su nombre se miente, se mata, se jura y algunos se dejan morir, pero nadie dejará de rendirse ante su encanto.
El amor tiene tanta fuerza que gobierna tu voluntad y puede volverte idiota, malhumorado, deprimido, pero para algunos suertudos es la pastilla de la felicidad.
No se puede ser indiferente cuando el corazón salta de emoción ante esa persona que  te sorprende y te deja mudo. Te turbas, sonríes y solo atinas a mover las manos mientras dices alguna tontería que luego te avergüenza. ¿Es el amor?
Muchos poetas y escritores han tratado de dar con la palabra perfecta que resuma el gozo, la ansiedad y la sensación de haber entrado a otro mundo, pero quién puede definir al amor.
Los que sufren juran que nunca más volverán a enamorarse y definen al amor como una gran estafa envuelta en papel de celofán. Provocadora, pero letal para el que se entrega profundamente.
Los solitarios y tímidos apenas levantan la voz para definir al amor, pero les parece un cuento, algo lejano  que nunca llegará a sus vidas porque no se creen ni lindos ni con la confianza necesaria para conquistar un corazón.
Los aventureros usan esta palabra para engatusar y disfrutar de los placeres sin el menor esfuerzo. Para ellos el amor es una oportunidad para pasarla bien, es sinónimo de lujuria y de un momento de pasión.
Para los mentirosos el amor no existe; sin embargo, están casados o pasean por la calle del brazo de alguien. No tienen una definición del amor porque ni ellos  saben qué es lo que sienten. Odian y aman a la persona que está a su lado, y viven recordando lo que alguna vez sintieron, esperando que suceda el milagro de volver a vivir aquellos momentos mágicos.
Para los soñadores el amor  es la razón más importante de sus vidas, un motivo para creer, una razón para dar lo mejor de sí;  y la excusa perfecta para decidir ser felices con la persona que su corazón ha elegido.
No importa si hay o no  una definición exacta del amor, lo que realmente cuenta es la actitud que tengamos frente a este sentimiento, y si un día te sorprende no dudes y arriésgate. Ama y deja que te amen, y no te inquietes pensando qué pasará mañana. Solo disfruta de su compañía atesorando momentos que volverás a vivir  con el solo hecho de recordarlos.
Pilar Cueto