viernes, 27 de septiembre de 2013

Las etapas del amor


Esto empieza cuando coincidimos en hora y lugar con esa persona que de repente nos hace ver la vida de diferente manera. Nos cambia las costumbres, los  horarios y hace que reparemos un poco más en nuestro aspecto personal.
LA CHISPA: Es la primera etapa donde se origina una descarga que obliga a nuestro corazón a latir más a prisa. “Me miró y sentí que flotaba”, es la frase que se suele decir en estas circunstancias.
No voy a entrar en conflicto con los científicos que todo lo explican con lógica, dejando a un lado el romanticismo. Para ellos todo es sustancia química, pero para las románticas como yo, es mejor pensar que una mirada puede tener tanta fuerza que te toca el corazón, echando a andar un remolino de emociones que casi siempre nos llenará de ilusión. Es la mejor etapa de una relación donde creemos que los sapos son príncipes, y que Fiona jamás se transformará al llegar la noche.
EL ENAMORAMIENTO: En esta etapa muchos cierran los ojos y prefieren vivir su fantasía. Se piensa que todo es perfecto, el amor romántico es una necesidad. Surgen los detalles, se escuchan frases bonitas y mentiras tan tiernas como “Que lindo que eres”, aunque el pobre tenga un cierto parecido a “Sherk”, es la etapa donde nos enamoramos del alma y preferimos creer en ese viejo refrán que dice “El hombre cuanto más feo más hermoso”. Pero todo es una linda mentira que nos inventamos, por eso no creo cuando alguien me dice que no es romántico. TODOS LO SOMOS, es nuestra esencia, aunque algunos lo camuflen muy bien.
LA ETAPA DEL SÍ: Nos comprometemos con la relación y deseamos liberarla de cualquier conflicto. Pero en esta etapa no bastan nuestras ganas, hay que tener inteligencia para superar los problemas a través de la negociación. Solo que muchos creen que sacar los trapitos al sol es parte de hacer un trato. Eso se llama “desahogo” “botar la rabia” o simplemente  querer hacer valer nuestros puntos de vista a costa de lo que sea.  “No pienso dar un paso atrás” ¡Qué se cree!, si se llega a este punto es mejor detenerse y pensar si vale la pena  seguir con la relación o despedirse con  “mejor nos damos un tiempo”
Para que funcione una pareja se debe ceder con amor y voluntad y acordar un punto medio donde ambos se sientan cómodos.
LA REALIZACIÓN: El amor se siente tan fuerte que solo deseamos pasar el resto de nuestra vida con la persona que amamos. Damos el “Sí”, ya sea frente al alcalde, al padre o simplemente te mudas a donde sea para iniciar otra etapa de tu vida, donde esperas ser feliz para siempre.
En este punto terminan las novelas románticas, pero en la vida real siempre habrán tormentas que solo el amor lo podrá superar, y dependerá de tus ganas y que recuerdes tus sueños de vivir para siempre junto a la persona que te hizo sentir especial.
Pilar Cueto
Siempre se puede soñar”

viernes, 20 de septiembre de 2013

Lo que dice una mirada


Recuerdo que una profesora del colegio solía decir que los ojos son el espejo del alma. Mi abuela me repetía: “Mírame, quiero saber si dices la verdad” Algunas parejas se dicen: “Dímelo mirándome a los ojos” Y es que podremos ensayar un buen diálogo para tratar de convencer a quién queramos, pero si no somos honestos nuestra mirada nos delatará.
En la relación de pareja una mirada vale más que mil palabras. Puede convertirse en un cuchillo capaz de cortar tu respiración o  ablandarte el corazón si atraviesa la barrera de tu piel.
Hay miradas dulces, penetrantes, frías, apasionadas que arrancan expresiones como: “me quería comer con los ojos” o “por poco me mata con la mirada”
Cuando se empieza a flirtear la mirada se convierte en nuestras manos. Acarician el rostro, los labios, el cuerpo y todo lo que aún no se puede tocar de la persona que te gusta. A veces puedes sentir un placer anticipado cuando descubres que alguien te mira intensamente a los labios. Y es la magia y el poder de los ojos lo que  hace que se te erice la piel.
Cuando le gustas a alguien su mirada será larga y profunda, querrá inconscientemente que sepas su secreto, y si correspondes a su deseo lo mirarás de igual manera entrando en una conexión emocional que dará lugar a un acercamiento.
En esta fase entra a tallar el lenguaje corporal. Cuando se gustan no se quitarán la mirada de encima. Y si él o ella inclina el cuerpo hacia ti, es que está súper interesado en lo que dices. Pero cuidado… porque esta fase de la conquista es muy delicada. Puedes decir o hacer algo que a la otra parte no le gusta y entonces querrá deshacerte de ti. Y nuevamente la mirada lo delatará. Desviará su atención hacia cualquier otro lugar, o no le quitará la vista al celular esperando una llamada que  lo libre de ti.
Entonces será el momento de levantarte con dignidad inventando una excusa y tratarás de analizar qué fue lo que frustró el acercamiento.
Pero para aquellos que sigan adelante irán descubriendo a lo largo de la relación que una mirada podrá calmar tu angustia, podrá encolerizarte o podrá llenarte de la más completa felicidad porque aún sin palabras, podrás descubrir en la mirada de tu pareja el amor que siente por ti.
Pilar Cueto
“Siempre se puede soñar”
 

viernes, 6 de septiembre de 2013

Del amor al odio


¡Lo detesto! ¡No quiero volver a verlo mientras viva!
Son frases que siguen cuando una relación se termina y deja herido el corazón, ya sea por las mentiras o la traición.
Y es que del amor al odio hay una línea divisoria que desaparece cuando sentimos que han jugado con nuestros sentimientos.
El amor y el odio son dos caras de una misma moneda que va girando de acuerdo a nuestra conducta dentro de la relación.
A veces ponemos en un pedestal a la persona con la que iniciamos un romance, y pensamos que es el gran amor de nuestra vida, el único que nos puede hacer feliz. Pero entonces termina la etapa del enamoramiento y empezamos a ver que el hombre de quien nos enamoramos no es tan alto como creíamos, no es tan guapo como lo veíamos, pero que esto no importa para seguir amándolo. Sin embargo, hay actitudes en las que se empieza a reparar y que va mellando nuestros sentimientos. No es tan honesto como pensábamos, ni tan fiel como para no ceder a la tentación de quien se ponga enfrente.
Sin darnos cuenta empezamos a incubar sentimientos de rabia y frustración que va creciendo a costa de nuestro dolor.
Y es que el amor tiene como compañero al odio. Si deshonras al primero el otro puede convertirse en veneno puro que puede hasta matarte. Nos volvemos irreconocibles viviendo y respirando para el momento de nuestra venganza.
Hay quienes toman de manera racional la ruptura de una relación en la que pusieron todas sus ilusiones y simplemente voltean la página y lo miran con indiferencia. Esto es lo ideal, mirar hacia adelante y pensar en comenzar de nuevo. Solo hay que tener en cuenta que no debemos idealizar a nuestra pareja. No debemos esperar que sean perfectos y mucho menos ponerlo tan alto que al menor tambaleo terminan cayendo.
Debemos entender que la relación de pareja es como una montaña rusa donde una vez que te embarcas, surgirán muchas emociones que debemos controlar y que debemos disfrutar mientras dure el paseo.
Pilar Cueto
“Siempre se puede soñar”