y que
te unen a un amor que un día aparece frente a ti.
Cómo
escapar al hechizo de esa mirada que te atrapa en el aire y te hace temblar de
emoción.
Cómo
huir de la dulzura que abraza tu alma
mientras no sabes si estás en medio de un sueño, o es verdad que ese príncipe
por fin tiene un rostro que empiezas a amar.
Por
fin tiene una voz que ansías que repita tu nombre.
Por
fin tiene una piel que tu cuerpo reclama cada noche mientras te preguntas por
qué se fue…
Por
qué no está junto a ti…
Por
qué no vive dentro de tu mundo…
Por
qué hay distancias entre los dos.
Pero
pretendes seguir con tu vida mientras su nombre es un inquilino que vive dentro
de tu mente, recordándote que él está en algún lugar respirando un aire que tú
no respiras, y mirando un paisaje donde tú no estás. Y te atrapa la melancolía
mientras ves sus fotos ahogándote en suspiros que se pierden en la noche que ya
sabe de tu amor…
Que ya
sabe de tu tristeza…
Que
ya sabe de tu historia que a veces pintas de ilusión porque él piensa en ti, y
a veces se torna gris cuando la realidad te demuestra que estás sola, que sus
pensamientos no calman la necesidad que tienes de él.
Tú
quieres que te abrace…
Tú
quieres morir en su boca…
Tú
quieres olvidarte del mundo mientras estás en sus brazos.
Tú
quieres volver a la vida a su lado.
Gritas
su nombre, lo llamas en tus sueños, pero él no responde.
Buscas
sus ojos verdes, pero no encuentras su mirada.
¡No
tienes nada!
Solo
un amor que no entiende que él nunca vendrá aunque lo llames y le digas que es
la vida de tu vida…
El sueño
de tu sueño…
La
ilusión más grande que tienes dentro del corazón.
Pero
entiendes que no hay salida para ese amor que está en tu sangre calentando tu
alma en cada invierno, y poniéndole color a la primavera mientras murmuras su
nombre en cada atardecer.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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