domingo, 1 de enero de 2017

Con la yema de tus dedos...

Con la yema de tus dedos empieza la gran aventura de navegar más allá de este mundo, donde basta cerrar los ojos para creerme la diosa de tu deseo.
A la que adoras con la mirada…
A la que sientes en tus noches solitarias…
… La mujer que está en tus pensamientos y en la que vives a diario. La que también piensa en ti con la misma intensidad y las mismas ganas.
Para qué mentirnos en esta parte del camino si los dos morimos por tenernos…
Si los dos morimos por amarnos y hacer realidad este sueño que está en ti y está en mí; y está en esa estrella que sabe nuestro secreto.
Con la yema de tus dedos empiezo a sentir mientras me acaricias despacio, mientras vas dejando una estela de fuego a lo largo de mi vientre.
No hay rincón que escape a tus ganas…
No hay rincón que no sienta la engañosa ternura de tu caricia que me hace estremecer, y me pone alas para cruzar ese cielo donde empiezo a volar de tu mano.
Con la yema de tus dedos voy naufragando en la pasión  que solo tú enciendes en mi cuerpo,
ese fuego incontrolable que arrasa mi conciencia y hace añicos mi voluntad.
Pero quién quiere huir del incendio que vas provocando con la yema de tus dedos…
con la dulce tentación que me incita y me da vida…
que me atrapa y me enloquece en medio de la promesa de adorarme más allá de la piel, donde soy prisionera de tus fantasías, y mi propia carcelera.
Con la yema de tus dedos eres capaz de detener el tiempo  y crear una aureola de ilusión, donde las emociones bullen como bombardas que estallan dentro de mí,
entonces me vuelvo brisa…
entonces me vuelvo fuego…
entonces me transformo en una sinfonía que vas componiendo con la yema de tus dedos.
Qué sutil caricia que arrastra un vendaval.
Qué mágico roce que moldea mi cuerpo.
Qué locura se esconde entre tu piel y mi piel que vibran intensamente cuando estamos juntos.
Con la yema de tus dedos has tocado mi alma, has entrado en mi corazón que te quiere y te espera cada noche, cada día, mi amor. Eres mi príncipe encantado que tiene su morada  en el contorno de mis labios; en el fondo de mis ojos que se iluminan con tus ojos verdes.
Sabes que aquí estoy…
Sabes que aquí te espero para vivir la vida que aún me falta vivir.
No me hagas esperar que los días pasan y mi tiempo se acaba.
(Extracto de un sueño)
Pilar
"Soñar es solo el principio"

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