Quiero
que estés despierto y que a la distancia veas lo que yo veo desde aquí.
¿Quieres
soñar junto a mí?
Te
invito a volar por ese mundo donde todo es posible, y que a mí me gusta visitar
a diario.
¿Miras
el mar?
Se
ve tan bello desde el balcón mientras la brisa marina se impregna en nuestra
piel. Rodeas mi cintura con tus manos y yo creo que estoy en el cielo.
-Soy
muy feliz –murmuro, mirando tus ojos verdes.
Tú
me besas suavemente diciéndome sin palabras que también eres feliz conmigo.
Paseamos
de la mano a lo largo de la bahía mientras te hablo sobre mi vida...
Mientras
me cuentas tus secretos…
Mientras
nos besamos sin tregua y sin descanso…
Tierna
y apasionadamente, ahogándonos en nuestra respiración.
¿Escuchas
tu corazón?
¿Escuchas
el mío?
Creo
que están a punto de enloquecer, pero nada importa, ni siquiera la gente que
nos mira sonriendo…
Que
nos mira con envidia…
Que
nos mira deseando que sus ojos brillen como los nuestros.
Nos
bañamos en el mar y río sobre tu boca. Rodeo tu cuello con mis manos y te digo
que te amo.
-Yo
también te amo… -respondes antes de
robar mis labios con sabor a sal, y hurgar con tus ganas en el interior de mi
boca.
Regresamos
a la habitación y brindamos con champán. Mojo el líquido con la yema de mis
dedos y lo deslizo sobre tus labios provocándote, deseando que pierdas la cordura
y enloquezcas dentro de mi cuerpo.
Pero cambio de idea y te pregunto si quieres bailar conmigo. No espero tu
respuesta y me apresuro a poner mi canción favorita. La que siempre soñé que
bailaría contigo.
Me
quito los zapatos y tomo tus manos mientras la música se escucha en toda la
habitación.
Me
tomas en tus brazos y me llevas al ritmo de esta melodía, que es cómplice de
una tarde que empieza a ocultarse en algún lugar del horizonte.
Nos
sumergimos en la magia de cada nota musical mientras nacen los besos y explota
el deseo.
Caemos
sobre la cama y dejo que me quites la ropa despacio, como si la prisa no
calentara nuestra sangre. Pero no hay prisa por acabar con la pasión que
arremete nuestros sentidos.
No
hay prisa para devorarnos entre caricias que encuentran eco en la música que se
sigue escuchando en la habitación.
Somos
dos cuerpos sintiendo…
Anhelando…
Arrebatando
entre suspiros amor y más amor.
Mi
cuerpo flota entre tus manos que me despiertan a la vida, y ahí, en medio del
mar, la noche y la música, nos fundimos en un solo grito de deseo.
Afuera
la vida continúa mientras nosotros seguimos suspendidos en el tiempo
creyendo que es sueño lo que vivimos…
Creyendo
que es mentira que por fin estamos juntos…
Pero
es verdad, estás aquí, y miramos somnolientos el amanecer.
Mi
cabeza sobre tu pecho…
Tu
cabeza sobre la mía…
Me
basta mirar tus ojos verdes para saber que eres feliz.
¿Qué
más le podemos pedir a la vida?, si le acabamos de robas las horas más hermosas…
Los
besos más dulces y explosivos…
Las
caricias que dejaste sobre mi cuerpo y que yo dejé sobre el tuyo.
-Te
quiero, vida de mi vida…
Tú
sonríes y vuelves a besarme mientras el sol anuncia otro día maravilloso.
Mar,
brisa, felicidad…
Mi
amor, ¿quieres soñar junto a mí?
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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