que tú eres el suspiro que se escapa de mis
labios.
El pensamiento prohibido que noche a noche me
despierta con las ganas…
con el deseo en la piel…
… y que se cuela despacio por mis poros hasta
obligarme a pronunciar tu nombre.
Créeme cuando te digo que te extraño,
que te espero en mis sueños pensando que
llegarás.
Creyendo que correré hasta tus brazos como
cientos de veces lo imaginé.
Hay un abrazo pendiente entre los dos…
Hay besos esperando…
… Hay caricias que hoy duermen bajo mi cama.
Por eso te extraño, mi amor… porque hay
muchas cosas que quedaron en el aire,
y que el viento de este otoño empieza a
alejar de mí.
Créeme cuando te digo que eres la primavera
que me hizo despertar,
el canto de ese pájaro que por fin vuela
lejos de su jaula.
El olor a tierra mojada que yo respiro cuando
pienso en ti…
cuando te imagino a mi lado…
cuando te siento a mi lado…
… cuando cierro los ojos y te escucho
pronunciar mi nombre.
Créeme cuando te digo que me muero por tus
ojos,
los que me hechizaron con solo una mirada,
pero que nunca me miraron bajo la luna…
en pleno sol…
… mientras el día despertaba.
Tus ojos son mi inspiración,
quizá porque tocaron mi alma…
porque estremecieron mi corazón…
… porque tu mirada fue como un rayo que me regresó a la vida.
Créeme cuando te digo que espero tus labios,
la dulzura y la pasión que pueden provocar,
la fantasía y la lujuria entrelazadas en un beso que sigo esperando a escondidas…
detrás de mi puerta…
detrás de mi ventana…
… aunque me despida de ti, aunque me repita
que un día te olvidaré.
Créeme cuando te digo que sigues siendo mi
locura,
el secreto que escondo en mi habitación.
Créeme, mi amor…
Tú eres la vida de mi vida,
y la ilusión que cada mañana me acompaña.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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