como siempre entre mis cosas,
sintiendo el aire que refresca mi habitación.
El sonido de una melodía siempre sirve de
fondo a mis pensamientos.
El café aún está tibio,
mi gato en un rincón,
y mis emociones encontrando un camino dentro
de tanto laberinto que a veces armo con razón, y otras porque exagero un poco.
Pero…
Aquí estoy,
a veces te siento cerca, muy cerca…
coqueteando…
atemorizando…
asustando con tu poder…
Pero, ¿sabes?
Ya no te tengo miedo.
Sé que puedes llevarme y cortar con mis
sueños de un solo tajo,
cortar en un segundo mi respiración.
Helar mi sangre…
Congelar mi sonrisa…
Cerrar mis ojos para siempre…
Acabar con mis lágrimas y mis culpas.
Pero ya no huiré, ahora te enfrento cara a cara.
Aquí estoy…
si quieres llevarme, hazlo…
no habrá nadie que me extrañe en mi cama.
No habrá un cuerpo que se quede esperando por
mis caricias.
No habrá una boca que extrañe mi boca.
No habrá un corazón que deje de latir porque
ya no esté.
No habrá un alma que se sienta perdida porque
mi alma ya se fue…
Tal vez solo me extrañen las historias que se
quedan a medio escribir,
personajes atrapados sin un final feliz.
… los demás tienen su vida, tal vez mi gato
deje de comer porque ya no me encuentra.
Pero aquí estoy…
Ven cuando quieras y llévate mi último
aliento.
Me encontrarás con mi mejor sonrisa,
tal vez leyendo a Becker…
“Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
Por un beso… ¡Yo no sé qué te diera por un
beso!
Habría dado todo por tu beso…
O tal vez me encuentres repitiendo mi poema
favorito de Benedetti:
“Unas veces me siento como pobre colina,
y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado,
y en otras como un cielo azul pero lejano”
Tal vez cuando vengas tenga un café entre las
manos, o una cerveza bien helada,
pero seguro me encontrarás aquí, mirando por
la ventana,
y preguntándome en silencio qué será de mi príncipe de ojos verdes,
el hombre que dejó a su paso una estela de
ilusión…
besos en el aire…
caricias perdidas…
… un amor que nunca pudo ser.
Aquí estoy…
La sombra anuncia tus pasos,
el frío envuelve tu nombre,
¿Será hoy día? ¿Mañana? ¿O huirás como un
cobarde porque ahora te doy la cara?
Es verdad que estoy muy cansada, pero ya no
me esconderé bajo las sábanas.
Aquí estoy…
escuchando a Perales y su canción… “Quisiera
decir tu nombre”
Pero tu nombre será mi secreto, mi bello
hombre de los ojos verdes,
Tú lo quisiste así…
aunque hoy lo repito en medio de esta canción
que me acompaña, y que se ha vuelto cómplice de este bonito amor que hoy guardo para siempre dentro de mi corazón.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
No hay comentarios:
Publicar un comentario