miércoles, 10 de enero de 2018

No es lo que ves...

No es lo que veo, sino cómo lo veo...
Si es un camino, sé que me puede llevar a ti,
a la ternura que encuentro entre tus brazos,
a la quietud que le das a mi alma cuando estoy a tu lado.
No es lo que veo, sino cómo lo veo...
Si es una estrella, sé que puedo encontrarte en medio del firmamento,
porque brillas...
porque eres único...
porque pareces un sueño y estás ahí, al alcance de mi mano para hacerme feliz.
No es lo que veo, sino cómo lo veo...
Si es de día, es una posibilidad de conectarnos más allá de la distancia,
más allá de los sinsabores,
más allá de las barreras que a veces nos ponemos sin querer.
No todo es lo que parece...
Ni el verano con su brisa cálida,
ni el invierno con el aire helado pegándonos la piel.
Es cómo te sientes lo que le da forma a tus pensamientos,
dándole vida a tus emociones,
poniéndole color a esa tarde de otoño,
o creyendo que sigues de noche cuando ya amaneció.
No es lo que veo, sino cómo lo veo...
Y ahí estás tú,
pudiendo desaparecer entre la multitud,
pero mis ojos te siguen.
No quieren perderte,
quieren seguir llenándose de ti,
y guardar en mi memoria tus gestos,
tu risa...
cada detalle que te hace tan especial,
tan mío.
No es lo que veo,
es lo que tú me haces sentir.
Pilar

“Soñar es solo el principio”

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