y en
esta penumbra donde solo está mi sombra, me acordé
de ti.
Sabes
que entre nosotros hay algo especial que nunca morirá.
Eres
el hombre de los ojos verdes que entró a mi vida para acompañarme,
para
sacar lo mejor de mí.
Fuiste
el verso...
Fuiste
la ilusión...
Fuiste
el blues que cantó mi corazón cuando tuve que decirte adiós.
Pero
hoy me acordé de ti, y comparto esta copa de vino con tu recuerdo.
Te
extrañan mis sueños...
Te
extrañan mis locuras...
Te
extrañan mis horas esperándote en mi ventana...
Te
extraña mi esperanza que siempre pensó que un día te abrazaría.
Te
extrañan mis ojos que anhelaban verte.
Te
extraña mi corazón que latía muy fuerte cuando pensaba en ti.
Vuelvo
a llenar mi copa y me pregunto si un día la vida me pondrá frente a ti.
Si
un día tu sonrisa será solo para mi,
si
un día voz repetirá mi nombre.
Príncipe
de ojos verdes, te olvidaste de mí.
Me
dejaste esperando en el camino,
yo tenía
muchas cosas para entregarte,
Y tú...
pasaste de largo,
Y ahora
trato de vivir en medio de un mundo que me voy inventando,
donde
sonrío...
donde
canto...
donde
persigo sueños,
y en
donde siempre estarás tú,
en un
rincón de mi alma,
como
el mejor sueño...
como
la mejor ilusión...
que un
día, ante tu olvido, tuve que decir adiós.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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