mientras cerraba los ojos...
mientras te imaginaba junto a mí.
Y me dejé llevar por el deseo que tu imagen
dejaba en mi piel,
y que calentó mi cuerpo frío,
y que incendió mi sangre congelada.
Viajé a tu lado en medio de mis fantasías,
y fui una diosa entre tus manos,
y fui una mariposa que vestida de pasión,
voló fuera de este mundo para luego caer
rendida sobre tus labios.
Hoy no existió barreras,
ni distancia,
ni límites en nuestras mentes para estar
juntos.
Solo dejamos que nuestro deseo hablara por los
dos,
y no hubo lugar para las palabras que a veces
entorpecen el diálogo.
Solo tu corazón y el mío...
Solo tu deseo y el mío...
Solo tu fantasía y la mía...
Solo unos segundos en donde fuimos
auténticos,
lejos de las reglas y del mundo.
Solo tú y yo,
y ese amor que amenaza con escribir nuestros
nombres en las estrellas,
y que aún no se anima a despertar al sol,
y dejar que florezca en la primavera.
Solo tú y yo,
y la ilusión que tímidamente aparece,
y que juega al gato y al ratón,
pero que está en nosotros dormitando bajo nuestra piel,
y entibiando nuestro corazón.
Pilar
(extracto
de una fantasía)
“Soñar es solo el principio”