En
la penumbra tus manos acarician mi cintura despertando el deseo que tú pones en
mi piel. Te miro y me emociono al verme reflejada en tus ojos, al ver lo que
provoco en ti…
Pasión
destilando por tus poros…
Locura
fundida en cada uno de tus besos…
Besos
dulces que acarician…
Besos
suaves que embriagan poco a poco…
Besos
que me quitan la respiración y me elevan al infinito donde me convierto en otra
mujer.
La
que tú deseas en esta penumbra cargada de secretos:
Los
tuyos…
Los míos…
Los
nuestros…
Secretos
que calan y llenan los espacios que hay en nuestras almas sedientas de momentos
felices.
Qué
importa tu nombre ni el color de tus ojos, solo importa lo que somos cuando
estamos juntos y me haces sentir una mujer especial…
La
más hermosa de todas…
La
más deseada de todas…
La
que se vuelve mariposa entre tus brazos, la que moldeas al
ritmo de cada movimiento, de cada suspiro que arrancas de mis labios y que yo
arranco de los tuyos.
Cómo
me gusta regocijarme en tu placer mientras bebo de tu aliento que huele a mí,
que sabe a mí; y que huele a pasión.
Eres
la llama que busco en la oscuridad para que me des luz, calor y vida.
Eres
poesía escrita en el silencio…
La
canción que brota de mi corazón…
El sueño que encontré dentro de mis sueños, y
que alumbra esta penumbra donde somos deseo, complicidad y fuego; los elementos
perfectos para vivir una noche inolvidable, la más deseada y perfecta de todas
las noches.
(Extracto de un sueño)
Pilar
“Soñar
es solo el principio”
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