martes, 13 de septiembre de 2016

¿Cómo se olvida un amor?

¿Cómo se quita una ilusión del corazón?
¿Cómo te arrancas los sueños?
¿Cómo olvidas las palabras que nunca saldrán de tus labios?
¿Cómo olvidas ese beso que nunca recibirás?
Hay amores destinados a ser siempre una fantasía, que nacen de una mirada y te envuelven en medio de suspiros que  alimentan tus emociones. Y sin querer construyes un castillo de arena creyendo que durará para siempre, que esa ilusión abrirá sus alas y te dará mucha alegría.
Te inventas una historia que no es verdad, pero te ciegas y esperas y no te cansas de esperar. Hasta que un día te enfrentas a la verdad, la que siempre estuvo ante tus ojos y no querías ver.
Ese amor no es para ti…  
Ese amor tal vez tiene otro amor…
Ese amor tiene otra vida, otro mundo; una historia que nunca se unirá a tu historia.
Te rebelas e insistes, pero pasa el tiempo y sigues sola.
Ese amor tiene un nombre…
Melancolía.
Desesperanza.
Olvido.
Ese amor es un gemido cuando la noche apenas comienza, cuando el silencio te recuerda su nombre, cuando la soledad se acomoda en tu cama y te abraza, y te besa.
Lloras despacio y prometes no pensar en él, pero no cumples tu palabra y te vuelves esclava de un amor que nunca podrá ser, que nunca mirará el amanecer contigo.
¿Cómo se olvida un amor?
¿Cómo le dices a tus ojos que nunca verán sus ojos verdes?
Pilar

“Soñar es solo el principio”

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