Una noche para recordar...

Hoy estoy en paz con la noche, y me siento cómoda en  esta penumbra donde hay una vela encendida y una música de fondo que me tranquiliza.

Hoy no hay rebeldía en mi alma ni luchas internas que me cuestionan, me atrapan y a veces me enloquecen. Mis pensamientos están adormecidos, y yo aprovecho para disfrutar de esta armonía que me relaja y me invita a dormir.

Hoy tengo una tregua con el silencio que después de mucho tiempo no me asecha, ni me acorrala junto a mi sombra que se esconde y tiene miedo de mi presente a veces incierto, pero lleno de emoción y de sorpresas.

Hoy tengo un acuerdo con la tristeza que espera sin prisa a un lado de mi ventana, quizá porque sabe que siempre estará conmigo, que soy su prisionera, un rehén que huye, se reinventa, pero que siempre caerá bajo su yugo.

Hoy no hay cabida para los recuerdos, esos que duelen y que me quitan la sonrisa cuando estoy con la guardia baja.

Hoy nada me alborota…

Nada me espanta…

Nada me duele…

Hoy es una noche para no olvidar.

Pilar

“Soñar es solo el principio”