Qué
les puedo decir…
Eres
un sueño que se coló una noche cualquiera, y fue mi compañía, el que siempre me
escuchaba, y el que nunca decía nada.
La
ilusión que fue alegrando mi corazón, que te abrió las puertas sin preguntar, y
que te hizo un lugar en medio de mis latidos.
Fuiste
la sombra que acompañó mi sombra cuando miraba por la ventana, cuando me
abrazaba llorando, cuando me preguntaba si de verdad existías, si de verdad
algún día te conocería.
¿Quién
es el hombre de los ojos verdes?
Es
el silencio…
La
distancia…
La
estrella que no puedo tocar…
El
misterio detrás de tu nombre…
Un
holograma en la oscuridad…
Son
las preguntas que nunca me respondió…
El
abrazo que quedó pendiente…
Los
besos que jamás tocaron mis labios…
Las
caricias que debo olvidar.
El hombre de los ojos verdes fue mi alegría…
Mi
despertar…
La
locura que me inspiró muchas locuras…
El
que sabe todos mis secretos:
Lo
que pienso…
Lo
que siento…
Lo
que viví…
Nunca me maquillé para él, fui honesta, le
abrí mi alma sin esperar nada. Jamás podré tenerlo junto a mí, pero sé que
puedo confiar en él, aunque su corazón jamás repetirá mi nombre, y aunque nunca
me dé un lugar entre sus brazos.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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