jueves, 14 de septiembre de 2017

Te extraño...

Extraño cómo late mi corazón mientras me anticipo a tus besos,
mientras me imagino el poema que inventarás sobre mi piel que tú enciendes con tus caricias.
Extraño esperar la hora para ir a tu encuentro y ver tu sonrisa que despierta mis emociones.
Entonces pienso que estoy viva,
que hay fuego corriendo por mis venas,
que hay ansiedad carcomiendo mis ganas de tenerte.
Extraño mirarte a los ojos mientras la pasión cubre tus pupilas,
mientras te siento en medio de un suave vaivén que me funde con tu deseo.
Cómo extraño abrazarte y sentir tus manos rodeando mi cintura,
acercándome a tu cuerpo que espera el mío para perdernos por ahí, mientras la noche nos observa,
mientras el tiempo no importa...
mientras esperamos desnudos a que la calma vuelva a nosotros.
Extraño tu ternura abrigando mi cuerpo,
entibiando mi alma,
aquietando mi corazón.
Te extraño, hombre de los ojos verdes,
mis sueños ya no tienen vida,
mi sangre empieza a congelarse entumeciendo mi cuerpo.
Mis poemas ya no tienen tu esencia,
y a mi música le hace falta tu inspiración.
Te extraño en esta noche fría que me pone cara a cara con la soledad,
en donde mi sombra se aburre de verme mirando por la ventana.
-Ya no pienses en él –me dice-, déjalo ir.
Y eso es lo que hago...
Te dejo ir, príncipe de los ojos verdes.
Algún día serás un lindo recuerdo.
Pero esta noche te extraño,
y hoy estarás conmigo en mis sueños.
Pilar

 “Soñar es solo el principio”

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