ilusiones que a veces nos da miedo convertir
en palabras por temor a que no se hagan realidad.
Esperanzas que no queremos que se marchiten
frente a tanta soledad.
Y guardamos nuestro secreto mientras nuestros
labios dicen lo contrario.
Pero todos queremos un amor que nos recuerde
que somos especiales, que nuestra vida también es importante para alguien más.
Yo espero que en algún lugar exista un hombre
con el que pueda coincidir en sentimientos y sueños.
Alguien que ame mis sonrisas, mis ojos y mi
alma.
Que esté orgulloso de tomar mi mano para
acompañarme en esta etapa de mi vida.
Que piense en mí y que me llame para decirme
que me extraña.
No ando en busca de ese amor porque corro el
riesgo de ver colores donde solo hay sombras.
De ilusionarme con falsas sonrisas y palabras
cubiertas de mentiras,
porque puedo pensar que he llegado a la
orilla de una playa equivocada.
Nada debe forzarse,
todo llega cuando debe llegar.
Mientras tanto sigo en medio de este mundo de
fantasía que me permite seguir viviendo hasta que haya alguien a quien
entregarle las emociones que escondo bajo mi piel,
la ternura de un lindo despertar.
No puedo prometer las estrellas ni un remanso
de paz,
solo podré ofrecer mis brazos para calmar su angustia,
para darle calor.
Podré ofrecer mis labios para que sepa en
cada beso que lo amo.
Podré ofrecerle mi corazón inquieto,
y mi alma rebelde para que lo deje en
libertad, y así regresar a él
cada día…
cada noche…
cada invierno...
cada primavera...
y sentir la brisa del otoño en nuestras mejillas.
cada invierno...
cada primavera...
y sentir la brisa del otoño en nuestras mejillas.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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