martes, 8 de noviembre de 2016

Entre mi cuerpo y tus manos...

Entre mi cuerpo y tus manos no hay distancia, solo cierra los ojos y ahí estaré, vestida con mis ganas y deseando convertirme en artista de un momento inolvidable junto a ti.
La poesía fluirá entre mis besos mientras la noche nos observa; y mientras mis labios dejan pétalos de dulzura sobre tu boca que arderá en llamas, calentando cada espacio de la habitación.
Entre mi cuerpo y tus manos no hay distancia, solo un toque de osadía para atravesar el umbral…
Para tocar las estrellas y fundirnos en medio de esa nada que lo tiene todo…
Tu deseo…
El mío…
Nuestros secretos deslizándose en cada roce de nuestros dedos, en cada gemido involuntario que arrasa nuestra conciencia elevándonos al infinito, donde solo importamos tú y yo.
Entre mi cuerpo y tus manos no hay distancia mientras tengas la decisión de continuar, y hacer de este viaje un tour de los sentidos, donde no habrá límites ni fronteras para nuestro deseo.
Mi cuerpo será un lienzo donde quedarán grabadas tus caricias; donde dejarás tus huellas de punta a punta y en cada tramo de mi piel.
Huellas de ansia y desesperación…
Huellas de espera infinita…
Huellas de una profunda necesidad que ha latido a escondidas, alimentándose de los otoños y las primaveras que no estuvimos juntos.
Entre mi cuerpo y tus manos no hay distancia, hay un mundo que se desvanece si sueñas conmigo, si deseas envolverte en el torbellino que arrasará nuestra conciencia, borrando el pasado, borrando el futuro; borrando cualquier vestigio que intente arruinar la obra maestra de nuestro encuentro, donde nuestras siluetas son el dibujo perfecto que se refleja en la pared.
Cada línea…
Cada curva…
Cada espacio magistralmente cubierto por nuestras formas que se adaptan y se funden mientras la luna se resiste a ocultarse.
Y es que no hay nada más hermoso que vernos en la cama enredando nuestros cuerpos, mientras los besos desgastan nuestros labios; y nuestras manos intentan descubrir otras rutas para explotar de pasión.
Entre mi cuerpo y tus manos no hay distancia, solo el abismo que tú quieras poner, la hiedra que acabará por cubrir las emociones que hay entre los dos; emociones puras que nacieron espontáneamente.
Entre mi cuerpo y tus manos no hay distancia, solo cierra los ojos y sueña conmigo, que aún en la penumbra podré encontrar tus ojos verdes, y podré acurrucarme entre tus brazos hasta que salga el sol.
(Extracto de un sueño)

Pilar

“Soñar es solo el principio”

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