Cuando
el corazón quiere hablar es mejor que no lo detengas, deja que fluya tus
emociones y lo que le obligas a callar. No le hagas cómplice de lo que “mal
aprendiste” en tu camino, cuando alguien te jugó mal y traicionaron tu
confianza. Cuando la decepción hizo su
tarea y te pusiste una armadura para que nadie más vuelva a herirte, para que
nadie más te haga llorar.
Cuando
el corazón quiere hablar deja de lado las amarguras y date un tiempo para
escucharlo, para sentirlo y amarlo profundamente. Deja que te cuente sus
secretos, los que no quieres escuchar conscientemente, aquellos de los que
huyes a través de actitudes pensadas que solo te rodean de soledad.
Cuando
el corazón quiere hablar acomódate en un
sillón y olvídate del tiempo, afina tus instintos y pon atención a cada latido
que te sumergirá en recuerdos, algunos buenos, algunos malos; momentos que
creías olvidados y que quitarán de a poco la costra de tu herida, la que te
hizo cambiar de rumbo y tomar distancia sobre tus emociones.
Cuando
el corazón quiere hablar no pierdas tiempo en argumentos para refutarlo,
recuerda que sabe mucho de ti y que ha estado presente en todos los momentos de
tu vida. No podemos engañarlo, ni ser indiferentes cuando nos pide atención.
Cuando
el corazón quiere hablar sé humilde y acepta sus quejas, y aunque a veces es
difícil volver al camino y quitarnos la coraza, siempre vale la pena volver a
amar.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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