Hoy me acordé de ti...

Hoy me acordé de ti mientras el sol se ocultaba en el horizonte, mientras veía a lo lejos la inmensidad del mar. Y pronuncié tu nombre en medio de mi tristeza porque no estabas junto a mí.

¿Puede el día renunciar a la noche?

¿Puedo renunciar al sueño de volver a verte?

A veces me rebelo y quiero dejarte en el pasado,

pero siempre regreso a ti, y tú lo sabes…

aunque mi alma no lo entienda,

aunque mi alma me juzgue y me critique,

mi corazón te protege y te ama.

Hoy me acordé de ti mientras la brisa refrescaba la noche,

mientras te buscaba en la oscuridad tratando de encontrar tus ojos verdes. Y lancé un deseo a las estrellas, el mismo que ya están cansadas de escuchar.

¿Puede la tormenta renunciar a la calma?

¿Pueden mis pensamientos renunciar a ti?

A veces me obligo a sacarte de mis sueños, pero siempre regresas como un caballero dispuesto a ocupar tu lugar sobre mi almohada.

Hoy me acordé de ti mientras el día empezaba a clarear, mientras te imaginaba en tu mundo de prisas y horas agitadas. Y le pregunté al silencio si eres feliz, si en medio de tu locura te acuerdas de mí.

¿Puede la rosa renunciar a morir?

¿Puede mi corazón renunciar a ti?

Hoy me acordé de ti, y basta que cierre los ojos para que estés conmigo, para que me acompañes en esta tarde solitaria.

Hoy también estás conmigo, y si crees sentir que la brisa te pega en los labios.

No es el viento…

Es el beso que se escapa de mi boca y sabe cuál es su destino.  

Pilar

“Soñar es solo el principio”