domingo, 26 de junio de 2016

Pasión por tí...


Te veo a lo lejos y mi corazón late desenfrenado. He soñado tanto con este encuentro que aún creo que estoy soñando. Pronuncio tu nombre y volteas lentamente. Sonríes y caminas hacia mí.  Corro y por fin nos abrazamos en medio de la gente, pero nada importa.

Solo tú…

Solo yo…

Solo este momento que recreé en mi mente cientos de veces mientras le pedía a las estrellas que se hiciera realidad.

Hoy estoy entre tus brazos sintiendo tu calor, sintiendo tus manos sobre mi espalda,  y creo que no hay momento más perfecto que este instante cuando tus ojos verdes por fin me miran después de algunos veranos…

Después algunos inviernos…

De mucha soledad rodeando mis noches, rodeando mis días. Rodeando tu nombre y el mío.

Nos miramos y me pregunto si me besarás mientras mi boca se ensaliva por tus besos. Y me lees el pensamiento y descubro en tu mirada las mismas ansias, el mismo deseo; la misma pasión que desde hace mucho ha dormido bajo nuestra piel, calentando nuestra cama y poniendo fuego a nuestras noches.

Cierro los ojos y siento tus labios cubriendo los míos. Tu lengua sigilosa haciendo camino en medio de mi boca que se abre a la tuya y que goza con tus besos.

Sabemos que no es el momento para más, pero cómo decirle a nuestros cuerpos que sigan esperando después de algunos veranos…

Después algunos inviernos…

De mucha soledad rodeando mis noches, rodeando mis días. Rodeando tu nombre y el mío.

Tomas mi mano y camino a tu lado queriendo fundirme en tu mirada, en el misterio que encierran tus ojos verdes, los que empecé a amar a la distancia, aún sin saber su color. Tienen tanto poder que han tocado mi corazón y me han vuelto su prisionera.

Tus ojos saben que soy tuya, que te pertenezco, que quisiera gritar al mundo  que desde que te vi sé lo que es caminar por las estrellas, y a veces perderme en la bruma de una noche sin luna. Pero siempre en tu compañía, respirando tu nombre e imaginando muchas locuras que solo tú me provocas.

Me miras y sé que ha llegado el momento de entregarme a la pasión que has sembrado en mi piel,  pero entonces abro los ojos y no estás aquí.

Mi cama está vacía…

No hay besos en mi boca…

Tu cuerpo no calienta el mío…

Solo tus ojos verdes me acompañan  y me dicen que espere, que un día estarás conmigo y me darás todos los besos después de algunos veranos…

Después algunos inviernos…

De mucha soledad rodeando mis noches, rodeando mis días. Rodeando tu nombre y el mío.

Pilar

“Soñar es solo el principio”

No hay comentarios:

Publicar un comentario