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Hoy no me acordaré de Vallejo y “Los heraldos
negros”, ni me preguntaré una vez más qué sintió cuando escribió… “Me moriré en
París con aguacero, un día del cual tengo ya recuerdo. Me moriré en París, y no
me corro, tal vez un jueves, como es hoy, de otoño”
No leeré los poemas de Benedetti… “Unas veces me
siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas. Unas veces
me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano.
Hoy no escribiré los versos más tristes esta noche,
pero dejaré a mi alma en libertad, no la detendré; ni evitaré que recorra por
los pasajes oscuros donde evito volver, donde hay espinas y noches sin
estrellas, y también dulces primaveras
que me hacen sonreír.
No necesito una copa de vino para relajar los
recuerdos, están a flor de piel, esperando saltar la barda de la conciencia
para mostrarse abiertamente. Hoy me doy licencia para sentir y echaré al viento las penas, las alegrías y
los sueños rotos. Hoy no quiero darle
pena a la tristeza mientras juego con mi sombra, solo cerraré los ojos y me
dejaré llevar por la emoción, aspirando
suavemente el aroma del café que hará más entretenido este viaje.
¡No!, hoy no
escribiré los versos más tristes esta noche…
Pilar
“Soñar es solo el principio
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