Así de suave...
Así de fresca...
Así de casual...
y cambió de golpe mis días aburridos
llenándolos de fantasías,
de poemas que nacieron a media noche cuando
no podía dormir,
cuando su mirada era el faro que iluminaba mi
habitación,
y ponía magia a mis sueños.
El hombre que me inspira tiene el poder de
tocar mi alma.
A pesar de la distancia...
A pesar de los inviernos y veranos que han
pasado,
sigue dentro de mí, encendiendo mi deseo,
dando vida a mi tristeza
que ya está cansada de llamarlo y no
encontrar respuesta.
El hombre que me inspira se esconde dentro de
mis historias,
un día lo llamé Joaquín, y entramos a la
habitación 405,
y dejé que todo fluyera dentro de un mundo
donde todo puede suceder,
y donde nada es verdad, porque es solo un
sueño que está escondido dentro mi cama.
A veces lo llamo...
A veces lo recuerdo...
A veces me pierdo esperando en el silencio
porque nunca está,
porque ese hombre es una promesa dentro de un
castillo de arena.
Es la llama que arde bajito en el invierno, y que no llega a calentarme,
es el sol que se esconde en medio de nubes
negras.
Es una canción que tal vez no tenga un final, y que yo tarareo en tardes solitarias.
Pero el hombre que me inspira...
tiene los ojos verdes,
Es una canción que tal vez no tenga un final, y que yo tarareo en tardes solitarias.
Pero el hombre que me inspira...
tiene los ojos verdes,
y la mirada más linda que he visto jamás.
Pilar
“Soñar es solo el
principio”
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