respirando dolor...
respirando angustia...
... sintiendo cómo la tristeza corría por sus
mejillas.
Siempre supo la verdad, pero quiso jugar en
medio de sus labios,
creyendo que sería inmune a sus besos.
Quiso disfrutar la pasión que él le ofrecía,
creyendo que jamás tocaría su corazón.
Pero ella no tenía la piel curtida por
aventuras de una noche,
por amores pasajeros que no dejaban huella.
Y sin darse cuenta se fue envolviendo en su
mentira,
mientras le ganaba el amor,
mientras le envolvía la soledad.
Él es un ave de paso que disfruta sin
remordimientos,
preocupado en su papel de amante perfecto,
deseoso de dejar su huella en el perfume de
cada mujer.
Él te regala la mejor noche...
La mejor compañía...
Sus ojos brillan mientras te mira en la
penumbra,
mientras te hace el amor.
Pero todo es mentira, es parte de su juego.
Él es un personaje de su historia, la que
escribe a punta de caricias que te envuelven, y te hacen sumisa a sus deseos,
pero él es un fantoche que no tiene corazón.
Dice que habla con la verdad,
pero ella sabe que la mentira es su bandera,
y aun así, no pudo evitar caer en su trampa.
Ahora él se fue... y ella recuerda sus besos,
y llora en silencio por su estupidez,
y por haberle entregado su corazón a quién no
se merecía.
Pilar
“Soñar es solo el
principio”