de tanto imaginar un encuentro perfecto.
De tanto caminar hacia ti buscando un abrazo,
buscando el calor de tu cuerpo,
buscando ese contacto que ponga fin a la
fantasía…
al sueño…
a la ilusión que llenaban mis noches largas y
sombrías.
Se me fue la inspiración de tanto soñar,
de tanto imaginar que estaba en tus
pensamientos.
De tanto creerme la princesa que tú
encontraste dentro de un cuento…
que te dio alegría…
que te arrancó alguna sonrisa…
y que tal vez buscabas en medio de la prisa de tus
días.
Se me fue la inspiración en medio de tanta
locura,
de tanto inventar cosas nuevas para ti.
De tanto creer que no había distancia ni
tiempo que se interpusiera entre los dos, quizá porque pensé que tú también
estabas loco.
Que me esperabas…
Que me querías sentir a tu lado…
Loco por arrancarle algunas horas a nuestras
horas solitarias.
Se me fue la inspiración en medio de tanto
deseo,
en medio de tanta pasión que calentaba mi
sangre,
que humedecía mi piel…
que estremecía cada poro solo con pensar en
ti.
Se me fue la inspiración de tanto entregarte
mi corazón,
de tanto latido repitiendo tu nombre,
de tanto amor que envolvió mis pensamientos y
mi alma.
Me quedé sin nada…
Con los brazos vacíos…
Con los labios resecos…
Con mi cuerpo marchito…
Mi corazón sigue latiendo, pero ha vuelto a
su ritmo habitual, monótono, casi imperceptible.
Que nada lo altera…
Que nada le importa…
Que nada le aflige…
Sin emoción…
Sin pasión…
Sin fuego que caliente mi sangre y mi cuerpo.
Se me fue la inspiración en medio de esta
vida que aún debo seguir viviendo.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
No hay comentarios:
Publicar un comentario