Cuando
tú no estás no dejo de pensar en nuestro encuentro, y cierro los ojos a la
realidad para vivir intensamente mi fantasía. Te veo junto a mí, y corro para
abrazarte con la esperanza de descubrir el color de tus ojos. Me envuelves en
tus brazos y solo escucho mi corazón que late desenfrenado.
Cuando
tú no estás me envuelvo en el bullicio y en el trajín de los días porque es más
fácil vivir así, porque descubrí que es la única forma de disfrazar mi espera,
mis días y las horas en medio de una soledad que me acompaña. Ella es mi
cómplice y la amiga perfecta en medio de este limbo donde a veces soy un ente,
un alma en pena o un corazón intentando sonreírle a la vida.
Cuando
tú no estás te escucho en el silencio, siento tus pasos acercándose a mí. Te
llamo, y al no escuchar respuesta me abrazo y me repito que algún día tú me
abrazarás y por fin descansaré sobre tu pecho.
Cuando tú no estás sigo soñando, sigo viviendo,
pero todo sería mejor si tú estuvieras a mi lado. Tomando mi mano, sonriéndome
y diciéndome con palabras o en silencio que me amas.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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