miércoles, 27 de abril de 2016

Cuando tú no estás...


Cuando tú no estás escucho canciones y me dejo llevar por la melancolía. Imagino tu cuerpo, tu calor, tu mirada y me acomodo bajo la sombra de tu regazo. Siento tus manos acariciando mis mejillas y tu voz acariciando mi alma. Creo sentir tus labios y me entrego a la dulce sensación de un beso, el que se hace perfecto porque está en mi mente y va más allá de lo imaginable.

Cuando tú no estás no dejo de pensar en nuestro encuentro, y cierro los ojos a la realidad para vivir intensamente mi fantasía. Te veo junto a mí, y corro para abrazarte con la esperanza de descubrir el color de tus ojos. Me envuelves en tus brazos y solo escucho mi corazón que late desenfrenado.

Cuando tú no estás me envuelvo en el bullicio y en el trajín de los días porque es más fácil vivir así, porque descubrí que es la única forma de disfrazar mi espera, mis días y las horas en medio de una soledad que me acompaña. Ella es mi cómplice y la amiga perfecta en medio de este limbo donde a veces soy un ente, un alma en pena o un corazón intentando sonreírle a la vida.

Cuando tú no estás te escucho en el silencio, siento tus pasos acercándose a mí. Te llamo, y al no escuchar respuesta me abrazo y me repito que algún día tú me abrazarás y por fin descansaré sobre tu pecho.

Cuando tú no estás sigo soñando, sigo viviendo, pero todo sería mejor si tú estuvieras a mi lado. Tomando mi mano, sonriéndome y diciéndome con palabras o en silencio que me amas.

Pilar

Soñar es solo el principio”

 

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