A las ganas de
flotar fuera de mi cuerpo y elevarme
entre tus brazos al infinito,
en donde me aferro al
espejismo de esa estrella que relampaguea
mientras estamos juntos,
mientras nos perdemos
entrelazados de pasión,
temblando...
estremeciéndonos
juntos.
Te espero sumida en
el silencio,
atenta a tus pasos que
llegan sigilosos hasta mí,
tentándome con tu
sombra que se funde en la mía,
tentándome con tus
labios en medio de besos que roban mi aliento.
Te espero vestida de
ternura en cada atardecer,
escribiendo versos
que llevan tu nombre,
escuchando mis
suspiros que se escapan de mis labios cuando recuerdo...
cuando vuelvo a vivir
lo que vivimos en medio de mis sueños,
en medio de mis fantasías que no entiende que no estás aquí.
Te espero en esta
noche de invierno,
tan quieta...
tan predecible...
En donde solo transcurre
el tiempo,
porque yo estoy
inmersa en este sueño que me invento para ser feliz.
Te espero, vida de mi
vida,
guardador de mis secretos,
príncipe de este cuento en donde fui tu princesa
a la que olvidaste en medio tantos veranos e inviernos.
Te espero, mi amor,
y nunca llegas,
y nunca...
nunca estás aquí
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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