Me olvidé que me
querías cuando buscaba tu mano y mi piel no sentía tu piel,
cuando mis ojos
buscaban los tuyos y no estaban fijos en mí,
cuando de a poco se
fue agrandando la distancia que había entre los dos,
y fui vagando en
medio de mis sentimientos que no encontraban cobijo entre tus brazos.
Me olvidé que me
querías una tarde cualquiera,
cuando recordaba tus
palabras frías y rutinarias,
sin emoción...
sin una pizca de
ternura...
... sin esa calidez
que mi alma necesitaba para resucitar de las cenizas.
Y me encogí de dolor mientras
mis sentimientos se hacían polvo en medio de mis ilusiones marchitas,
las que un día
alimentaste con tu sonrisa,
las que un día
avivaste con tu mirada.
Me olvidé que me
querías cuando en la noche no te sentía en mi habitación,
cuando en mis sábanas
no se impregnaba tu perfume;
cuando pasaban los
días y seguías indiferente a los ruegos de mi corazón,
que solo quería
escucharte diciendo que me amabas,
que solo quería un
soplo de fantasía para que la noche no fuera tan noche,
ni los días tan
largos.
Me olvidé que te
había encontrado cuando no sentía tu abrazo calmando mis miedos,
cuando veía mis pasos
y no encontraba los tuyos.
Me olvidé que me
querías de tanto esperarte,
de tanto querer
escuchar tu voz,
de tanto pedirte que
me ames como mi corazón lo deseaba.
Simplemente me olvidé
que estabas a mi lado,
y seguí sola, como el día que me encontraste.
y seguí sola, como el día que me encontraste.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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