martes, 3 de abril de 2018

El amor y las mentiras...


 Cada quién siente y espera a su manera, es verdad...
y muchos se acomodan a la vida ligera,
donde no hay compromisos, solo la idea de pasarla bien.
Aunque cada quién obtiene lo que quiere de acuerdo a lo que da,
de acuerdo a lo que ofrece.
Solo que en medio de este intercambio te conviertes en el espejo de alguien más,
y te comportas como no quieres,
y dices lo que no deseas,
cuando en realidad quieres dar mucho más,
y quieres decir aquello que está atracado en tu garganta.
El amor es tan simple como las cuatro palabras con las que se escribe,
es tan sublime que nos eleva sin querer, despertando lo mejor de nosotros.
El amor nos da el valor para enfrentar todo,
para cortar distancias;
nos da alas para disfrutar con los ojos cerrados,
confiando...
entregando...
soñando...
Entonces, ¿cómo aquel que habla de amor prefiere andar a hurtadillas?
Cuando el amos nos hace libres y nos hace fuertes,
y siempre nos muestra el camino a seguir.
Aunque siempre es el de la verdad, de donde se nutre este sentimiento.
O amas o no lo haces...
Lo demás es mentira,
es un papel de celofán en donde envuelves tus temores,
tus flaquezas...
... las inseguridades que nacen cuando  lo que sientes no nace del corazón.
El amor da la cara al sol, y busca expresarse a voz en cuello para que todo el mundo lo sepa,
porque el amor busca retratarse en una sonrisa,
en una mirada,
en un beso que es capaz de calentar tu cuerpo.
El amor es compromiso,
fidelidad,
compañía;
saber que puedes voltear en la oscuridad, y encontrar una mano que se funda con la tuya.
El amor es el abrazo que te dan en silencio cuando estás triste o no puedes dormir.
El amor habla por sí mismo,
se respira en el ambiente,
y en los días más difíciles se convierte en el mejor de los refugios.
Ay, de quién tenga la dicha de disfrutarlo, porque lo demás... es pura mentira.
Pilar
“Soñar es solo el principio”

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