apodérate
despacio de mi boca, tentándome con tu aliento,
hurgando
con tus ganas, ofreciéndome el cielo con tus labios tibios.
Bésame…
y entrégame tu deseo disfrazado de ternura, ábrete paso por mi humedad robándote mi respiración, adueñándote de mi
conciencia, del ancla que me ata a este mundo de donde siempre quiero escapar.
Bésame…
y que tu boca se una a la mía en medio de un baile, en medio de una locura que
va calentando nuestros cuerpos.
Solo
quiero tu aliento…
Solo
quiero tu boca…
Solo
quiero tu lengua acariciando la mía, llenándome de fuego, electricidad y miel. Llenándome
de vida y de pasión.
Bésame…
y hazme tuya con tus labios, embriágame de placer en medio de este viaje que no
tiene rumbo, que no tiene un destino; que se guía por la pasión que mueve
nuestros cuerpos, nuestros labios que toman y se descontrolan, que palpan y
embisten, que se estremecen y que hablan sin palabras.
Bésame…
y llévame a la luna, hazme creer que es de queso. Que tus labios me regalen la ilusión de un
amor sin fronteras, donde pueda descansar, donde pueda soñar; y donde encuentre
tus ojos verdes mirándome con amor.
Bésame… y nunca te detengas, que tus labios
son mi esperanza y la puerta en donde se
esconde mi felicidad.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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