Sin darse
cuenta se enreda en su telaraña hasta encontrarse en un callejón sin salida.
Atrapado y maniatado por sus palabras y sus actos. En este punto tiene dos
caminos. O deja de ser generoso y confiesa sus mentiras abiertamente, o hace
todo lo posible para que lo descubran sin importar las consecuencias.
Pero aquí
se presenta otra situación. Hay mujeres que de pronto se ven frente a una
realidad que les rompe el esquema de una vida que creían perfecta: el esposo bueno
que siempre llega a la hora adecuada, se acuerda de los aniversarios, es tierno
y apasionado. El hombre que tenían sobre un pedestal y que de la noche a la
mañana les sale con una confesión que les aprieta el corazón.
Mandan todo
al diablo y en medio de su dolor tratan de comenzar de nuevo.
Hay otro
grupo que hace rato sabe de las andanzas del marido, y se esmeran en tener un
ojo cerrado para no acabar con la rutina en la que viven y que las ayuda a llevar
la careta del matrimonio feliz.
Descubren
mensajes amorosos, mentiras tras mentiras, pero por nada del mundo piensan
ceder lo que consideran suyo, y menos a la mujerzuela que quiere acabar con su
matrimonio. Hay una guerra entre la intrusa y la que tiene todos los derechos
otorgados por Dios y las leyes. Y el hombre se convierte en el trofeo más por
ego que por amor.
En muchos
casos sale bien librado. Una raya más al tigre le hace más tigre, y vuelve el
círculo vicioso de las mentiras.
Queda un
grupo reducido que decide dar una segunda oportunidad llevadas por el amor y
los años de felicidad que alguna vez compartieron.
Aquí se
necesita amor y madurez; y es necesario que quien esté en falta reconozca esta
segunda oportunidad. Pero para que esto funcione es necesario que el pasado
quede atrás. Vuelta la hoja y no se hable más del asunto. Retomar la relación,
pero con el propósito de volver a conocerse para volver a enamorarse. Donde
hubo fuego…
Y siempre
llego a lo mismo: la decisión de seguir amando. Ante un problema siempre hay dos caras y tú decides si continúas viviendo en el rencor, o decides ser feliz.
Un beso
Pilar
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