Se dice que el amor es siempre el mismo, que podrá cambiar la época y la
historia, pero este sentimiento que un día nos pilla por sorpresa nos seguirá
cambiando la vida para bien o para mal.
Un día descubrimos que nos late fuerte el corazón y que nuestras horas
se hacen más largas cuando no tenemos junto a nosotros al responsable de tanta
euforia acumulada. Entonces nos volvemos poetas y nos salen las frases más
lindas y cursis que muchas veces no lo repetimos en voz alta.
Las emociones no cambiarán, pero lamentablemente no ha ocurrido lo mismo
con la manera de expresarla.
Esta época de las redes sociales, a mi parecer, ha cortado de un tajo la
inspiración, el esfuerzo por demostrar nuestro amor, comunicarnos a través de
una mirada y lo básico y fundamental… ESCUCHAR QUE NOS DIGAN “TE AMO”
Ahora todo se resuelve a través de una pantalla. Si usáramos los labios
en vez de los dedos tal vez las relaciones durarían más tiempo.
Antes los padres renegaban por las cuentas del teléfono, estábamos
prendidos de ese aparato hablando por horas, riendo y diciéndonos cosas como:
¿Quién es mi mochita?, yo... ¿Quién es el hombre de mi vida? Yo... ¿Quién me
trae loco, loco, loco? Yo…
Escuchábamos una canción mientras nos enamorábamos con palabras tiernas.
Ahora se usa el Facebook para dedicar una canción a la persona que aman. Pelean,
se reconcilian y los amigos están pendientes si cambian el estado.
Se suscriben a un plan de celular con mayor cantidad de mensajes por mes
para comunicarse, y para ahorrar palabras no dicen te amo. Eso cuesta. Mejor se
abrevia a “tqm / tkm. Economizan 2 palabras, eso es bastante. Si quieren ser
amables y decirle a la persona que aman que se cuide basta poner “cdt” También
pueden ahorrar hablando en inglés, cambian el “I love you” por “Ily”
La gente de ahora es más creativa para no enfrentar sus sentimientos
cara a cara. Los muchachos sienten vergüenza de ir a la casa de la chica y
tener que lidiar con toda la familia. Ya no hay besos bajo el umbral, ni
caricias robadas cuando el padre da la espalda. No hay un mínimo esfuerzo por
ambas partes en nutrir la relación ya sea con notitas perfumadas (como se
estilaba antes), con pequeñas batallas que se ganaba a los padres o con
detalles donde siempre se terminaba con una palabra de amor que nos hacía
suspirar.
Antes nos pasábamos horas contando lo que me dijo, lo que le dije, lo
que me respondió. Ahora le dicen a la amiga. Te copio lo que hablamos. Simple y contundente.
No siempre creí que todo tiempo pasado fue mejor, pero cuando veo de qué
forma se atropella la manera de demostrar nuestros sentimientos, no puedo estar
más de acuerdo con ese dicho.
¿Es caro comunicarse con la enamorada?, pues anda a buscarla, y en vez de
enviarle un beso a través de una pantalla, tómala entre tus brazos y
demuéstrale con hechos que la amas. Ella no pondrá una carita roja. Tú verás lo
ruborizada que está y lo mucho que le agrada estar así.
Un beso
Pilar