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¿Qué pasó con esa época en que no podían
respirar tranquilos si la persona que amaban no estaba junto a ustedes? ¿Acaso
no recuerdan que miraban con insistencia el reloj para salir a su encuentro?,
algunos se ponían gotas de menta en la boca para combatir el mal aliento y no
estropear el beso que esperaban con ansia. Se miraban al espejo continuamente, cuidaban
la línea y hasta se olvidaban de los amigos porque preferían compartir cada
segundo con el amor de sus vidas. Luego se casan y toda esa magia de los
encuentros y las palabras bonitas se cambian por: ¿Ya jalaste la cadena del
baño?, Los niños necesitan ropa. ¡Hasta cuando vas a aprender a cocinar! ¡Me
voy a la casa de mi madre!
Nos dejamos envolver por una vida
que vamos tejiendo con nuestros actos y palabras hasta que caemos en una rutina
que nos asfixia y entonces NECESITAMOS UN ESPACIO.
¿Realmente muchos necesitan este
espacio? ¿O será que de tanto oírlo lo repiten como una generalidad ambulante
que termina por destruir su felicidad?
Qué más espacio que las horas que
ambos pasan separados a causa del trabajo, ¿es que eso no es suficiente? Para qué
necesitan más metros cuadrados cuando ya ni almuerzan juntos y apenas están
despiertos para decirse algo bonito.
Es bueno salir de vez en cuando con
las amigas a tomar café para respirar otro aire, o que la pareja se encuentre
con sus amigos a ver el fútbol mientras se embotan con litros de cerveza. Pero
eso dista mucho de lo que algunos pregonan a lengua suelta. Tal vez lo que en
realidad están buscando son otras emociones y es ahí, en medio de este espacio,
que nunca falta el cazador buscando a su presa. Entonces ponen su mejor
esfuerzo en revivir situaciones con un extraño en vez de hacerlo con la persona
que un día juraron amar para toda la vida.
Si tienen suerte la infidelidad no
se descubre, pero si no es así no terminarán de lamentarse por lo que hicieron,
más aún si no tienen la suerte de que
les den otra oportunidad.
Debemos caminar juntos, y dejar
solo el espacio suficiente para que el aire refresque la relación. El amor a
veces se cubre de hiedra, y depende de nosotros que nos decidamos a limpiar
nuestro jardín.
¿Saben?, se me acaba de ocurrir la
letra de una canción que tiene que ver con este tema. Hasta tengo el nombre “Por
si has olvidado” Ahora los dejo y agarro mi guitarra. Puede que me anime y lo
comparta con ustedes, solo tendrán que perdonar la voz.
Un beso
Pilar
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