Me encanta perderme
en el tiempo cuando tomo café,
me deleito con su aroma
que llena mis sentidos,
y con cada sorbo
revivo esos instantes en donde soy la protagonista.
La que en un tiempo
me avergonzaba.
La que en una época
me daba pena;
y la que empecé a
admirar y a querer en estos últimos tiempos.
Mientras tomo café es
inevitable que no regrese a esas noches donde solo se escuchaban mis lamentos,
mis risas histéricas,
mis decepciones en medio de murmullos que salían de mis
labios.
Viajo a través del tiempo recordando lo que fui,
y añorando viejas ilusiones que se perdieron en medio de
tantos veranos e inviernos mientras mi piel se marchitaba.
Mientras tomo café siempre me acompaña las notas de un
piano,
y entre el aroma y la melodía voy volando lejos de aquí.
Y me creo invencible.
Y me siento plena y llena de ilusiones.
Mientras tomo café soy consciente de la mujer que ahora
ha despertado,
que ahora sabe lo que quiere,
la que siempre sueña...
la que desea cosas nuevas...
... y la que sigue añorando unos brazos que me acunen
mientras duermo.
Que me den calor en el invierno,
y me reciban con alegría en cada regreso.
La soledad está conmigo compartiendo este momento,
escuchando mi música,
queriendo saber lo que pienso,
lo que escribo.
Ya no me molesta, y ahora hasta le cuento mis planes,
y los malos momentos que a veces nunca faltan.
Mientras tomo café sigo esperando tus brazos,
sigo añorando tus besos,
sigo imaginando que tal vez coincidamos para siempre en
algún lugar y a la misma hora.
Yo con mi vestido blanco, y tú con un saco beige,
dispuestos a dejar nuestra historia,
nuestros besos,
y los te amo que nazcan en cada amanecer mientras me
acurruco en tu pecho.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
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