Siempre te busco en medio de
mis noches,
en medio de mis tristezas
eres un dulce recuerdo;
y en medio de mi vida la
fantasía más linda que me acompañó por muchos inviernos mientras miraba al
cielo preguntando por ti.
Hombre de los ojos verdes,
¿dónde estás?
Quiero sentir tu mirada
mientras escribo,
mientras mis pensamientos
vagan sin rumbo,
mientras tomo una taza de
café y me pierdo en su aroma.
Quiero sentir tu presencia
en mi habitación,
como antes... cuando te
contaba mis secretos y te sentía junto a mí.
Somos una historia que el viento
ha esparcido por el mundo.
Tú con tu vida, y yo con mis
sueños.
Tú con tus prisas, y yo
esperándote.
Siempre...
Siempre...
Si sabes que entre nosotros
hay un lazo que va más allá de esta vida, ¿por qué te escondes?
¿Por qué no sigues mis
huellas?
¿Por qué no le robamos un
tiempo a este tiempo y nos regalamos unos minutos?
Unos segundos para mirarnos...
Unos instantes para
acariciarnos...
Ahora te busco porque
siempre volveré a ti...
porque eres la ilusión con más
verdad de toda mi historia,
y porque eres una parte de
mi alma que también está perdido.
Pusiste magia en mis noches,
pusiste alegría a mis
mañanas aburridas,
pusiste fantasía a tantos
atardeceres en donde te buscaba para que el sol no se llevara mi aliento.
No lo dudes, príncipe de
ojos verdes, siempre estás en mí, como una sombra que abraza mi sombra,
y como una hoguera que me acompaña
en mi soledad.
Ven a mi ventana y abrázame.
Ven... que me basta solo un
momento para decirte cuánto te extraño.
No me dejes con los brazos
vacíos,
no me dejes otra vez...
Pilar
“Soñar es solo el principio”