Giré despacio
creyendo que se trataba de un sueño. Pero era verdad.
Estaba a unos
pasos mirándome con esa profundidad que toca mi alma mientras me derretía por
sus ojos verdes…
Por sus labios
inalcanzables que siempre quise besar…
Por su rostro de
facciones suaves que ha encontrado un lugar dentro de mis pensamientos.
Quise pronunciar
su nombre, pero no pude… la emoción de verlo
me tenía muda…
Expectante…
Fascinada…
Temerosa…
Pero feliz de
estar por fin a su lado. Lo había soñado tanto que por un instante pensé que no
era real, que era una broma de mi mente regalándome algo que deseaba con el
alma.
Él se acercó y
me sonrió, y yo tomé su rostro entre mis manos para acariciarlo con la yema de
mis dedos.
Mi amor, le dije
temblorosa, porque tú eres mi amor...
Y yo soy tuyo,
respondió.
Mi corazón
estaba de fiesta; el hombre que amaba tomaba mis manos mientras yo me
acurrucaba en su pecho.
Me temblaban las
piernas, había soñado tanto con ese encuentro que pude morir en ese instante y
lo habría hecho feliz.
Él se robó mi
corazón…
Él se robó mis
pensamientos…
Él me ha hecho
prisionera de su mirada…
De sus
silencios…
De las pocas
palabras que me ha dicho a lo largo del tiempo.
Pero hoy está
junto a mí y viviré cada minuto a su lado…
(Extracto de una
historia que aún no se ha escrito)
Pilar
“Soñar es solo
el principio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario