domingo, 20 de marzo de 2016

El mejor papel: ser una escritora


Recuerdo  cuando tenía 16 años, terminaba el colegio y tenía muchas cosas por hacer. Siempre quise ser escritora, pero mi padre me convenció que como abogada me iría mejor. Entonces me convertí en una adolescente con ganas de ser la mejor penalista del país, hasta que mi padre, que fue mi debilidad, me dijo que yo no estaba para visitar penales, que lo mío era entrar a la academia de diplomáticos. De repente conocí a un pariente de mi papá que era diplomático y él me llevó a conocer un poco el mundo al que yo entraría si aprobaba las materias.

Pasillos fríos donde solo se escuchaba el eco de mis pisadas. Mujeres serias y bien peinadas luciendo impecables sastres  oscuros.  Por poco me asfixio con tanto almidón circulando por el aire. No me imaginaba dentro de ese grupo de acartonadas escondiendo mi cabello que apenas podía peinar, y luciendo trajes grises que no iban con mi personalidad.

Salí de la escuela  sabiendo que jamás podría ser diplomática, lo mío no era controlar mis palabras. Soy impulsiva y tengo el alma rebelde.

Pero luego de ese incidente, empecé a sentirme fuera de lugar en la universidad, y solo disfrutaba las clases del doctor Chichizola que era un experto penalista.

La vida me ha llevado por  muchas situaciones de las que hoy he aprendido a sacar lo mejor. Me di cuenta que nosotros  ponemos límites a nuestros sueños, y que de nosotros depende el postergarlos o cambiarlos por otros.

Después de muchos años  siento que estoy en el camino correcto. Escribir es mi pasión, el mundo de las letras esconde misterios e historias que me acompañan en mi soledad, emocionándome por entrar en una vida paralela de fantasía de donde a veces me cuesta salir.

A veces pienso que terminaré enloqueciendo y que un día me sentaré a tomar café con todos mis personajes. Aníbal y Cassandra serán los primeros por ser tan especiales para mí. Con ellos me lancé al ruedo y aposté a ganador; y ahora sigo en esta aventura que me ilusiona todos los días porque tengo el papel que siempre quise: el de ser una escritora de novelas románticas.

“Soñar es solo el principio”

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