Hoy están en carne
viva mis recuerdos,
aquellas tardes cuando
me acompañabas a la distancia,
cuando escribía tu
nombre entre mis poemas,
cuando impregnaba mi
música de las emociones que tú me inspirabas.
Yo te quería...
Cada suspiro traía el
recuerdo de tu mirada,
de la sensación que me
dejaste en el alma,
de las fantasías que
me ayudaste a hacer realidad cada noche,
a lo largo de todos
los inviernos y veranos en los que pasé esperándote.
Yo te quería...
Mi corazón se enamoró de
tu corazón esquivo,
De tu silencio...
Del misterio que había
alrededor de tu vida.
¿Por qué me alejaste
de ti?
Por qué me condenaste
a ir por otro camino opuesto al tuyo,
cuando siempre quise
estar junto a ti,
cuando siempre quise amarte.
Hoy están en carne
viva mis recuerdos,
aquellos que cobijo
bajo mi almohada,
y que en días como hoy
se liberan y aprisionan mi corazón.
Yo te quería...
Y creo que tú también
me querías...
Pero nos perdimos
entre la distancia y el silencio,
y entre cada invierno
que me fue alejando de ti.
Te extraño, príncipe
de mis sueños,
guardador de mis
secretos;
la dulce compañía de
esas noches largas cuando tu silueta se dibujaba sobre mi cama vacía.
Y ahora solo vivo
recordándote y sintiendo cómo la bruma del tiempo me sigue alejando de ti.
Yo te quería, vida de
mi vida,
y creo que aún te
quiero.
Pilar
“Soñar
es solo el principio”
No hay comentarios:
Publicar un comentario