Lo cierto es que
nada nos detiene cuando hay alguien que se nos mete entre ceja y ceja. Si
sabemos su dirección pasaremos por su casa de casualidad. ¿Qué,
vivías por aquí?, no lo sabía, decimos en medio de una sonrisa tonta. Pero siempre
conseguimos el propósito de que nos recuerde.
Dicen los estudiosos
que no se ama con el corazón, para ellos
no existe cupido solo una suerte de hormonas que congeniaron con las de la
persona que acabas de conocer, produciendo la primera chispa entre los dos. A
más hormonas la relación será impetuosa y atrevida. Los sentidos guiarán tus
movimientos y pensarás solo en el momento de
estar a su lado.
Si estaríamos de
acuerdo con esta teoría adónde irían textos como estos. “Ya no quería escapar, el hombre de sus sueños estaba junto a ella, mirándola con tanta intensidad que hacía temblar su corazón. Solo importaba ese momento y la emoción que le hacía creer que flotaba. ¡Bésame!, suplicó Vanessa. Rogelio se acercó despacio y en un segundo sus labios se encontraron, acrecentando la pasión que dormitaba en sus cuerpos"
Tendríamos que cambiarlo todo y decir: “Ya no quería escapar, las hormonas la tenían alborotada. Desde la primera vez que lo vio sintió picazón en todo el cuerpo, y ahora estaba frente a ella y no lo dejaría escapar. ¡Bésame!, suplicó Vanessa. Rogelio, que también sufría las consecuencias de la conjunción de reacciones químicas, no pudo aguantarse más, acercó su boca a la de ella para besarla como un animal”.
Tendríamos que cambiarlo todo y decir: “Ya no quería escapar, las hormonas la tenían alborotada. Desde la primera vez que lo vio sintió picazón en todo el cuerpo, y ahora estaba frente a ella y no lo dejaría escapar. ¡Bésame!, suplicó Vanessa. Rogelio, que también sufría las consecuencias de la conjunción de reacciones químicas, no pudo aguantarse más, acercó su boca a la de ella para besarla como un animal”.
¿Con cuál de los
textos se quedan? Creo que a todos nos gusta el lado romántico de las cosas.
Pensar que cupido te flechó y que el destino te unió a la persona que amas. Si
intervienen hormonas y sustancias que emanan de tu cerebro, a quién le importa
cuando sentimos que podemos amar con la piel, con la mirada y con cada uno de
nuestros pensamientos que nos hace repetir como en un susurro “Te amo”
Pilar Cueto
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