lunes, 20 de mayo de 2013

Un amor de telenovela


“… y fueron felices para siempre” Es el final de una novela de amor que a todos nos gustaría vivir. Pero, ¿Existen los amores de telenovela? Depende lo que entendamos por este concepto, ya que siempre hay dos caras de una misma moneda. Hay quienes creen que para vivir un amor así se debe cumplir con los elementos que se nos plantea en las historias que vemos en la tele. La chica pobre que se enamora del hombre guapo y que además es rico. A muchas les gustaría encontrarse en esta situación.  No importan los problemas que deban enfrentar si al final descubrirán que han nacido para amarse. Pero no basta que sea guapo y rico, también debe besarla con pasión, despertar en ella la emoción y  el deseo que la lleve a la locura. Entonces el sueño empieza a agrandarse y sin querer nace la frustración y el desengaño. Despiertan del sueño y siguen sin un centavo, y para colmo no hay un apuesto galán haciendo cola frente a sus puertas, y de la pasión solo les queda la imaginación.
Pero si pensamos en el amor que nace del corazón todo puede suceder. No importa si el hombre es un sapo o si ella no es tan escultural como una modelo, lo importante es lo que te hace sentir cuando estás a su lado. La ilusión que se transforma en sonrisa cuando la ves. Los pensamientos que se vuelven palabras cuando él  te abraza. Sin darte cuenta te conviertes en poeta, cantante y escribes las más tiernas cartas de amor. Tu mundo se centra alrededor de su nombre y empiezas a construir sueños donde no hay lugar para nadie más.
Hay que tener presente que la perfección de las novelas de amor solo se encuentran dentro de la historia que el escritor ha creado para ti, pero que en nada se compara con la realidad.  El amor está lleno de matices, nada es absoluto y nada está escrito para siempre.  Es bueno soñar, creerse una historia y llorar con la protagonista. Sentir por un instante la emoción que ella siente cuando el galán la besa, pero aquella historia debe terminar cuando cerramos el libro o apagamos la televisión.
Se puede vivir una historia de telenovela cuando los sentimientos son profundos;  cuando entendamos que habrá malos tiempos que solo nuestro amor podrá superar. El verdadero amor trasciende lo material y puede convertirse en la más bella historia,  donde no hay príncipes ni princesas, solo un hombre y una mujer con ganas de seguir amando.

Pilar Cueto

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario