Pero si pensamos en el amor que nace del
corazón todo puede suceder. No importa si el hombre es un sapo o si ella no es
tan escultural como una modelo, lo importante es lo que te hace sentir cuando
estás a su lado. La ilusión que se transforma en sonrisa cuando la ves. Los
pensamientos que se vuelven palabras cuando él
te abraza. Sin darte cuenta te conviertes en poeta, cantante y escribes
las más tiernas cartas de amor. Tu mundo se centra alrededor de su nombre y empiezas
a construir sueños donde no hay lugar para nadie más.
Hay que tener presente que la perfección
de las novelas de amor solo se encuentran dentro de la historia que el escritor
ha creado para ti, pero que en nada se compara con la realidad. El amor está lleno de matices, nada es
absoluto y nada está escrito para siempre.
Es bueno soñar, creerse una historia y llorar con la protagonista.
Sentir por un instante la emoción que ella siente cuando el galán la besa, pero
aquella historia debe terminar cuando cerramos el libro o apagamos la televisión.
Se puede vivir una historia de telenovela
cuando los sentimientos son profundos;
cuando entendamos que habrá malos tiempos que solo nuestro amor podrá
superar. El verdadero amor trasciende lo material y puede convertirse en la más
bella historia, donde no hay príncipes
ni princesas, solo un hombre y una mujer con ganas de seguir amando.
Pilar Cueto
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