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Los hombres también
buscan el amor, pero lo viven de manera distinta. Mientras la mujer se ilusiona imaginando la relación de
amor que vivirá con su pareja, lo más importante para él será el deseo sexual
que ella le inspire.
Las mujeres
deseamos ser amadas más allá de la razón, y el hombre simplemente ama y no se
cuestiona. Pero eso sí, le gusta que su pareja se ponga linda para él.
La mujer da gusto,
vive para hacerlo feliz, y al sentir que no es reconocida se pone sensible y
reclama atención, tiempo; y el amor incondicional que en todo momento está
dispuesta a dar.
Ante las quejas el
hombre empieza a saturarse. Son muchas cosas que lo desconciertan: Mientras
nosotras hablamos, ellos se encierran en sí mismos; y mientras nosotras
defendemos un punto de vista jurando por nuestras vidas, ellos esperan el momento en que cambiemos de opinión.
Por eso se ufanan en decir: “Quién entiende a las mujeres”
Si la relación
hombre-mujer de por sí tiene sus dificultades, estas se agrandan cuando hay
hombres que no saben expresar sus
sentimientos y se vuelven inseguros por nuestra culpa, porque sienten que
continuamente los estamos evaluando. Deseamos que nos muestren a cada momento
su amor y esta situación tiende a cansarlos.
A todo esto se une
otro componente que está obligando a que el hombre adopte otra actitud más
lejana y de autosuficiencia.
Hoy en día la mujer
se preocupa por estudiar, trabajar y centrarse en sus sueños, dejando en un
segundo plano su relación de pareja. Llama de la oficina y dice: ”Mi amor,
¿puedes calentarte la cena?, hoy me quedo hasta tarde”.
¿El hombre se
queja?, no es como nosotras que coge el teléfono y se desahoga con la amiga,
pero empieza a adaptarse a esa realidad a la que nosotras lo empujamos.
Se habitúa a cenar
solo, a salir solo, a ver televisión solo, y también a vivir dentro de un mundo
donde ya no hay lugar para nosotras.
El lado romántico
no es exclusivamente de la mujer, hay hombres detallistas y dispuestos a
ponerse de rodillas para expresar sus sentimientos, eso demuestra que no
podemos catalogarlos por igual. Cuando se intenta dar consejos y establecer
a los hombres y mujeres bajo un mismo patrón, lo único que se
logra es aumentar el distanciamiento.
Lo importante es
vivir plenamente la relación de amor y dejar que esta fluya. Olvidarse de las
preguntas, de los temores y de lo que a veces escuchamos por ahí…
El hombre también
se enamora, también sufre; y si somos pacientes aprenderá a expresar su amor
como a nosotras nos gusta.
Pilar
Interesante espacio el tuyo,
ResponderEliminarsi te gusta la poesia te invito a mis blogs.
que tengas una buena semana.
saludos.
Gracias Ricardo por la invitación, más tarde me escapo a tu blog. Un abrazo
EliminarPilar