Prefiero
ser romántica y dejarme llevar por la suave melodía de una canción mientras
recuerdo momentos agradables de mi vida, y no perderme en el sonido estridente
de notas sin sentido para no pensar.
Prefiero
ser romántica y tomar un café observando la garúa que cae silenciosa, y no
fastidiarme porque la llovizna puede estropear mi cepillado.
Prefiero
ser romántica y esperar el verano para disfrutar del sol y de la playa, a irritarme
con tiempo preguntándome si el calor será tan insoportable como el verano
pasado.
Prefiero
ser romántica y aprovechar el invierno para acurrucarme con la persona que amo,
a estar quejándome por el frío que hace.
Prefiero
ser romántica y apreciar una puesta de sol pensando en lo bendecida que soy de admirar la acuarela perfecta que se
forma en el cielo, a pensar que solo es un día más que termina.
Prefiero
ser romántica y soñar con el amor, a estar convencida de que es mejor dormir
con un perro que nunca me traicionará.
Prefiero
ser romántica y entregarle mi corazón a un hombre imperfecto que busque su
perfección a mi lado. A quien le inspire cosas bellas y sentimientos que nunca
antes sintió.
Prefiero
ser romántica y creer que llegaré al ocaso de mi vida feliz de haber amado, a
sentirme amargada porque no supe apreciar el amor cuando lo tuve, ni supe
valorar su compañía cuando más sola me encontré.
Prefiero
ser romántica y asegurar que se puede amar con el corazón, ilusionarse con una
mirada y sentir que no hay más vida que aquel momento que pasas junto a la persona
que te hace feliz, a repetir que el amor solo trae sufrimiento cuando entregas el
corazón.
Prefiero ser romántica y soñar con un beso, a conformarme con ver pasar la vida a través de un escaparate.
El amor nunca pasará de moda, y cuando uno se decide a amar le dice sí a la vida, sí a la esperanza y sí a ese futuro al que todos soñamos llegar acompañados, felices de haber construido nuestra historia de la mano de alguien que nos supo valorar y nos supo querer a pesar de nuestros defectos.
Pilar