Qué importa la primavera ni el aroma de las
flores que llega hasta mi ventana.
Qué importan las noches tibias sino estás a
mi lado para disfrutarlas.
Qué importan los días que pasan sin dejar
huella,
ni esos atardeceres cálidos que observo
recordándote, deseando lo que nunca fue mío y lo que jamás tendré.
Qué importa el amor sino eres tú la razón de
mi suspiro,
si no es tu boca la que me despierta al
deseo,
si no son tus manos las que me elevan al
infinito gritando tu nombre.
Qué importa la pasión sino eres tú el que me
estremece en medio de caricias perfectas.
Si no estás aquí nada es completo...
Los atardeceres no tienen magia.
Las noches son vacías.
El silencio es un fantasma que me abraza y me
tortura.
¿Por qué no estás aquí?
¿Por qué no vives en mi mundo?
¿Por qué mi amor no te toca?
¿Por qué mi deseo no te enciende?
¿Por qué mis ilusiones jamás te emocionaron?
¿Por qué no pude conquistarte?
Vida de mi vida...
Sueño de mis sueños...
Espejismo de mi corazón...
Esperanza que fui deshojando como quién
deshoja una margarita en cada verano e invierno que no llegabas.
Qué importa lo que venga sino estás aquí para
brindar conmigo,
si nunca veré tus ojos verdes cuando
amanezca,
si nunca escucharé tu voz diciendo mi nombre.
Si no estás aquí, la melancolía siempre
teñirá mi alegría,
siempre será la melodía de mi canción,
el secreto que esconde mi sonrisa y empaña mi
mirada.
Si no estás aquí hay invierno en mi alma, y
lluvia en mis ojos cafés, que ya se resignaron a no volver a verte.
Pilar
“Soñar
es solo el principio”