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LA
CHISPA: Es la primera etapa donde se origina una descarga que obliga a nuestro
corazón a latir más a prisa. “Me miró y sentí que flotaba”, es la frase que se
suele decir en estas circunstancias.
No
voy a entrar en conflicto con los científicos que todo lo explican con lógica,
dejando a un lado el romanticismo. Para ellos todo es sustancia química, pero
para las románticas como yo, es mejor pensar que una mirada puede tener tanta
fuerza que te toca el corazón, echando a andar un remolino de emociones que
casi siempre nos llenará de ilusión. Es la mejor etapa de una relación donde
creemos que los sapos son príncipes, y que Fiona jamás se transformará al
llegar la noche.
EL
ENAMORAMIENTO: En esta etapa muchos cierran los ojos y prefieren vivir su
fantasía. Se piensa que todo es perfecto, el amor romántico es una necesidad. Surgen
los detalles, se escuchan frases bonitas y mentiras tan tiernas como “Que lindo
que eres”, aunque el pobre tenga un cierto parecido a “Sherk”, es la etapa
donde nos enamoramos del alma y preferimos creer en ese viejo refrán que dice “El
hombre cuanto más feo más hermoso”. Pero todo es una linda mentira que nos
inventamos, por eso no creo cuando alguien me dice que no es romántico. TODOS
LO SOMOS, es nuestra esencia, aunque algunos lo camuflen muy bien.
LA
ETAPA DEL SÍ: Nos comprometemos con la relación y deseamos liberarla de
cualquier conflicto. Pero en esta etapa no bastan nuestras ganas, hay que tener
inteligencia para superar los problemas a través de la negociación. Solo que
muchos creen que sacar los trapitos al sol es parte de hacer un trato. Eso se
llama “desahogo” “botar la rabia” o simplemente querer hacer valer nuestros puntos de vista a
costa de lo que sea. “No pienso dar un
paso atrás” ¡Qué se cree!, si se llega a este punto es mejor detenerse y pensar
si vale la pena seguir con la relación o
despedirse con “mejor nos damos un
tiempo”
Para
que funcione una pareja se debe ceder con amor y voluntad y acordar un punto
medio donde ambos se sientan cómodos.
LA
REALIZACIÓN: El amor se siente tan fuerte que solo deseamos pasar el resto de
nuestra vida con la persona que amamos. Damos el “Sí”, ya sea frente al
alcalde, al padre o simplemente te mudas a donde sea para iniciar otra etapa de
tu vida, donde esperas ser feliz para siempre.
En
este punto terminan las novelas románticas, pero en la vida real siempre habrán
tormentas que solo el amor lo podrá superar, y dependerá de tus ganas y que
recuerdes tus sueños de vivir para siempre junto a la persona que te hizo sentir
especial.
Pilar
Cueto
“Siempre se puede
soñar”