Hoy desperté después de un largo invierno,
y he vuelto a admirar la luz del sol.
Hoy siento que por fin voy encontrando mi
camino,
y me siento en paz con la vida.
Di tumbos por tanto tiempo,
y dejaba huellas sobre la arena que el mar se
encargaba de borrar,
pero hoy empiezo a caminar sobre el asfalto,
y mis pisadas son cada vez más fuertes y más
seguras.
Vuelvo a despertar con muchas heridas de guerra,
con muchas cicatrices en la piel y en el
alma,
pero con esos sueños que son la hamaca que
acunan mis ilusiones.
Esta soledad ya no me duele, porque en ella
hay una ilusión que va brotando despacio,
pintando mi sonrisa,
iluminando mis ojos,
alegrando mis noches oscuras.
Es verdad que aún hay rezagos de amarguras en
las paredes de mi alma,
pero mi corazón sigue latiendo,
y hoy golpea mi pecho con tanta fuerza que me
da alas,
y me hace sentir que puedo tocar las
estrellas.
Hoy desperté después de un largo invierno y vi
en tus ojos el amor.
No es un espejismo...
Ni una fantasía...
Hoy puedo cerrar los ojos y sentir tu
presencia,
y sé que puedo caminar sola, pero bastará que alargue la mano para sentir tus dedos en los míos.
Hoy desperté, y tú estás a mi lado,
y si yo soy esa música que alegra tu alma,
tú eres ese mundo que quiero descubrir.
Pilar
“Soñar es solo el principio”