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Se vive entre gallos
y medias noches escuchando metal y reggaetón, moviéndose al ritmo del rock
siempre con un trago que nos ayude a pasar la velada, o nos de esa confianza
que se necesita para hablarle a la persona que nos interesa.
De pronto creemos
que el mundo puede terminar y empieza una maratón donde se saltan vallas y se
atropellan los momentos necesarios que nos permita reconocer, si lo que
sentimos es pura atracción o es que el amor por fin ha llegado a nuestras
vidas.
El romanticismo se
está esfumando en esta carrera donde la noche ha perdido la importancia para
los enamorados, aquella que Neruda recoge en sus versos para expresar un
sentimiento en medio de palabras que emocionan.
“En noches como ésta
la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito”
No hay una
estrategia que se siga para enamorar y esperar con ansia el momento de declarar
nuestro amor.
Benedetti no lo
pudo decir mejor: “Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo ni con qué
pretexto, pero quedarme en vos”
Ese es el secreto para
que nos tengan presentes a toda hora del día. Inventar momentos donde la música
que se escuche sea el silencio, donde no haya nada que desvíe nuestras miradas
de la persona que queremos, entonces las palabras fluirán y brotará
espontáneamente el lado romántico que habita en nosotros.
Debemos amar a la
antigua donde los detalles tenían importancia. No del peluche ni los arreglos
florales o las cenas a la luz de las velas, sino de aquellos gestos donde la elegancia
al expresar nuestros sentimientos sea un comienzo para enamorar a la luz de la
luna. Donde la celebración de un aniversario no represente otro gasto u otra
manera de lucirse, sino de recordarle a tu pareja lo feliz que te sientes a su
lado, quizá con una rosa que robaste de algún jardín, quizá con un postre que
preparaste y que de pronto no te quedó como esperabas.
Amar a la antigua
no es tan difícil, solo hay que recordar que lo más importante es el amor, y no lo debemos buscar en el exterior, sino dentro
de nuestros corazones.
Estoy segura que
Mario Benedetti no se molestaría si hacemos nuestra aquella frase tan hermosa que
escribió y que resume el amor y la felicidad.
“Es tan lindo saber
que usted existe”
Pilar Cueto
“Soñar es solo el
principio”